Diagnosticaron lumbalgia de un cáncer de colon

A la mujer que murió de cáncer sin ver al médico "la trataron como a un animal"

Lydia Sainz de la Maza denuncia que a su hermana la sanidad pública de Castilla y León la abandonó "y si no la han matado la han puesto en el precipicio". Pide depurar responsabilidades. 

Hospital coronavirus España urgencias
Las Urgencias de los hospitales en España se colapsaron. 
EFE

Lydia Sainz de la Maza es la hermana de Sonia, la mujer de Espinosa de los Monteros (Burgos) que murió de cáncer de colon en estadio IV sin lograr una cita en tres meses con un médico en plena pandemia por el coronavirus. Cuando se lo diagnosticaron ya fue muy tarde. Es el rostro de las otras víctimas de la Covid-19 . Todo empezó con un fuerte dolor de ingle y una pérdida de peso de siete kilos. Las atenciones telefónicas pasaron de un diagnóstico de tendinitis a otro de lumbalgia. Su hermana ahora denuncia lo que para ella es una negligencia médica. Y no olvida que su hermana se sentía abandonada: "Decía que la trataban como a un un animal", asegura ante las cámaras de 'Espejo Público'. Cuatro días antes de fallecer, el pasado 13 de agosto, se hizo un análisis de sangre, cuyo resultado tuvo que insistir para que se los trasladaran. Fue ingresada en cuanto lo vieron. 

Lydia ahora reivindica que la telemedicina no funciona y no quiere que haya más 'Sonias'. Lamenta que la Sanidad Pública en Castilla y León  "ha abandonado a mi hermana y si no la han matado la han puesto al borde del precipicio".  Los pacientes con patologías al margen del coronavirus sufren una "pandemia paralela" como consecuencia de las dificultades de acceder a sus tratamientos, a los diagnósticos y al aplazamiento de cirugías provocadas por la saturación del sistema sanitario, que desemboca en un aumento de la mortalidad.

Este lunes se conoció el caso de esta mujer de Burgos, de 48 años, un drama que la Junta de Castilla y León ha asegurado se investigará hasta el final. En el caso del cáncer, por ejemplo, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) calcula que, como consecuencia de la crisis sanitaria, hay entre un 15% y 20% menos de nuevos diagnósticos, lo que repercute en un peor pronóstico de la enfermedad.

Según la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), que está elaborando junto a sociedades médicas un estudio sobre el impacto de la crisis sanitaria en los tratamientos de esta patología, ha habido retrasos, aplazamientos y paralizaciones de tratamientos y programas de cribado por atender las necesidades de la pandemia, una situación que representa una "emergencia sanitaria".

Y los datos de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO, en inglés) apuntan a que el 36,5% de los tratamientos oncológicos se ha interrumpido en el continente, el 60,9 % de los centros de oncología médica redujo su actividad en el pico de la pandemia, lo que se tradujo en la cancelación o retraso de las cirugías (el 44 % de los centros), la quimioterapia (25 %) y la radioterapia (17 %).

En algunos tipos de cáncer, como el de pulmón, uno de los de peor pronóstico, la cancelación de cirugías, pruebas diagnósticas y tratamientos a consecuencia del coronavirus podría lastrar hasta un 33 % la supervivencia de los pacientes en España, según ha alertado el Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP). En estos tumores, un retraso de 6 meses en una cirugía provocaría una reducción de supervivencia estimada del 27% en fases precoces y de hasta el 33,7% en fases avanzadas, según ha explicado el doctor Mariano Provencio, presidente del GECP y jefe de Oncología del Hospital Puerta de Hierro.

El impacto de la Covid en otras enfermedades

No solo el cáncer se ha visto afectado por la covid, sino que ha tenido un "tremendo impacto", por ejemplo, en las patologías cardiacas, de tal forma que la mortalidad hospitalaria por infarto de miocardio se ha duplicado durante la pandemia. Un registro de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) que comparaba datos de abril respecto a los de 2019 y en el que participaron 75 hospitales recoge también un aumento del tiempo de isquemia; es decir, los minutos que transcurren desde que se inician los síntomas hasta la primera asistencia médica. Antes de la pandemia, ese tiempo era de 200 minutos y durante la crisis sanitaria alcanzó los 233.

La Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) sostiene que en el ámbito respiratorio hay un 30% más de incidencia de fallecimientos por el retraso de la cita o la falta de diagnóstico, según cuenta a Efe su presidenta, Carina Escobar. Escobar habla de "una pandemia paralela" que viven los enfermos que no tienen la covid-19, sobre todo durante la primera ola, cuando "la asistencia sanitaria" se paró tanto para los pacientes crónicos como para aquellos que estaban pendientes de diagnóstico. De hecho, el 22% de los pacientes, aun encontrándose en una situación delicada, prefirieron no acudir durante el confinamiento a sus centros sanitarios por miedo al contagio.

El doctor Ignacio Vallejo Maroto, coordinador del Grupo Paciente Pluripatológico y Edad Avanzada de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), ha señalado a Efe que la primera fase de la pandemia supuso un problema para los pacientes con enfermedades crónicas, "que perdieron las estrategias de continuidad" entre los médicos de familia y los especialistas hospitalarios. "Ha sido difícil coordinarnos y que la atención se pudiera llevar a cabo", ha reconocido.

Las consecuencias han sido enfermedades oncológicas que debutan en estadios más avanzados, infartos o problemas cardiovasculares que se tratan tarde y el "descontrol" de pacientes crónicos ya diagnosticados, como los de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), que siguen sin tener fácil acceso a la Atención Primaria o a las revisiones con los especialistas, ha precisado. La "tregua" que la pandemia ha dado durante parte del verano se ha interrumpido con la segunda ola de contagios, que está ocasionando otra vez retrasos que, según el doctor Vallejo, "van a tener una repercusión en la mortalidad de estos pacientes".

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