Muñoz Molina: "He llegado a soñar con el asesino de Martin Luther King"

  • El escritor Antonio Muñoz Molina ha llegado a soñar con el asesino de Martin Luther King, mientras escribía su nueva novela, "Como la sombra que se va", y cree que si no lo hubiera matado James Earl Ray, aquel 4 de abril de 1968, "podía haberlo hecho cualquier otro".

Madrid, 26 nov.- El escritor Antonio Muñoz Molina ha llegado a soñar con el asesino de Martin Luther King, mientras escribía su nueva novela, "Como la sombra que se va", y cree que si no lo hubiera matado James Earl Ray, aquel 4 de abril de 1968, "podía haberlo hecho cualquier otro".

"Martin Luther King no tenía ninguna protección. Estaba vigilado por el FBI pero no protegido; cualquiera podía acceder a él", asegura Muñoz Molina en la entrevista que concede a Efe, en su casa de Madrid, para hablar de este nuevo libro.

En la novela, publicada por Seix Barral y presentada hoy por el autor en la Residencia de Estudiantes, el escritor reconstruye el tiempo que Ray permaneció en fuga, en especial los diez días que pasó en Lisboa tratando de conseguir un visado para Angola.

"He vivido completamente empapado y sumergido en esta historia. Me dormía y soñaba con eso", afirma Muñoz Molina, Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2013.

El FBI empleó a más de tres mil agentes en investigar el asesinato de King en Memphis.

"El FBI estaba bajo sospecha, con toda la razón, porque no se había caracterizado por su activismo a la hora de defender los derechos de los negros, ni a la hora de perseguir a los racistas", comenta.

El escritor menciona en su novela las teorías conspiratorias que hay sobre la muerte de King, pero, por lo que él sabe, "no se sostienen", y ha leído "casi todo lo que hay al respecto".

"King no tenía ninguna protección. Era muy fácil acceder a él. En el periódico local de Memphis salió la foto del hotel donde se alojaba y se veía el número de la habitación", señala Muñoz Molina, uno de los escritores españoles de mayor repercusión internacional.

"Para nosotros, Martin Luther King es una figura indiscutible porque lo mataron, pero en su momento era un hombre muy discutido. Y en 1968 estaba en sus horas más bajas, acosado por todos sitios", comenta el escritor, que viajó con Elvira Lindo, su esposa, a Memphis y a Lisboa, la ciudad que le da cohesión a las distintas historias que se cuentan en la novela.

Ray "estaba condenado desde que nace, no por supuesto a ser un asesino pero sí a llevar una vida muy desagradable", indica el autor.

Los padres de Ray estaban siempre borrachos y vivían en la miseria. La madre tuvo otros ocho hijos después de él y una de las niñas se quemó viva a los seis años mientras jugaba con unas cerillas. Para costearse las borracheras llegó a prostituir a una hija de doce años.

Para el padre de Ray, la mejor profesión del mundo era ser atracador. "El padre estaba en contra de los ricos, pero también de los negros, de los judíos... Ese resentimiento social tan atroz, que está en la base de tantas cosas", afirma el autor de "El jinete polaco".

En su nuevo libro, a Muñoz Molina le ha gustado "resaltar la paradoja de que el asesino tuvo una vida mucho más dura que su víctima".

Martin Luther King "fue feliz de niño; estaba muy unido a su familia y les era muy leal. Tuvo una vida de cierto privilegio, fue a buenas escuelas y universidades", recuerda Muñoz Molina, que en la última parte de la novela se mete de lleno en la conciencia de ese gran luchador.

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