Muralla de Ávila enmarca emotivo Vía Crucis con el Cristo de los Ajusticiados

  • La lluvia ha acelerado la marcha de los penitentes, pero no ha impedido que la muralla de Ávila se haya convertido esta madrugada de Viernes Santo en escenario de un emotivo Vía Crucis de penitencia que han seguido dos mil personas con la talla del Cristo de los Ajusticiados.

Carmen T. Izquierdo

Ávila, 29 mar.- La lluvia ha acelerado la marcha de los penitentes, pero no ha impedido que la muralla de Ávila se haya convertido esta madrugada de Viernes Santo en escenario de un emotivo Vía Crucis de penitencia que han seguido dos mil personas con la talla del Cristo de los Ajusticiados.

Hacía dos años que el Vía Crucis no podía llevarse a cabo por las condiciones meteorológicas, que también han obligado a apresurar el ritmo en los últimos metros y a finalizar en el interior de la catedral.

Empujado por cinco personas bajo el trono, el Santísimo Cristo de los Ajusticiados, una talla anónima de madera de principios del siglo XVI que acompañaba a los reos antes de su ejecución, ha sido el único paso que ha acompañado a los penitentes en su recorrido, que ha comenzado diez minutos después de las cinco y media de la madrugada desde la catedral.

Los 2,5 kilómetros del perímetro amurallado se han convertido hoy en un camino ya tradicional y que deja impactantes imágenes en la retina.

La salida del Cristo de los Ajusticiados extramuros, a través del Arco del Peso de la Harina o de la Catedral y su recorrido por algunos de los puntos emblemáticos de la ciudad ha llevado a los penitentes a pasar por el Jardín de San Vicente.

En silencio y con devoción, los participantes han aguardado a ver doblar, a la altura de la basílica de los santos mártires Vicente, Sabina y Cristeta, el paso del Cristo, para enfilar la cuesta abajo de la Ronda Vieja, en un camino que deja verdaderas postales tomadas por numerosas cámaras junto al lienzo norte de la muralla, iluminada para la ocasión.

El puente del río Adaja, coincidiendo con la quinta estación, que recuerda la ayuda que recibió Jesús del Cirineo para llevar la cruz, ha dejado paso a la costosa subida por el lienzo sur, uno de los momentos que más esfuerzo requiere de quienes van tirando de la imagen del Cristo de los Ajusticiados.

Tras la subida, el paso por el Arco de la Santa, junto al convento levantado sobre la casa natal de Teresa de Jesús, ha servido también para recordar las celebraciones que acogerá Ávila en los años 2014 y 2015, con el cuarto centenario de la beatificación de la mística abulense y el quinto centenario de su nacimiento, respectivamente.

Las primeras gotas de lluvia han hecho acelerar el caminar de los penitentes en el Paseo de El Rastro y el Mercado Grande, para después, con las primeras luces del día, obligar a introducir la talla en el interior de la catedral, aún en la novena estación, correspondiente a la tercera caída.

Con el crucificado en el trascoro de la catedral como guía, los penitentes han abarrotado la seo y también esperado a las puertas del templo a completar las cinco estaciones que aún restaban del Vía Crucis, que ha concluido pasadas las siete y media de la mañana.

Y entre los penitentes, el obispo de Ávila, Jesús García Burillo, quien, en declaraciones a los medios de información, ha destacado el Vía Crucis como "el acto más piadoso" de la Semana Santa después de los Oficios de la tarde del Jueves Santo.

De la misma forma, durante el recorrido, se ha recordado que este 2013 ha sido declarado Año de la Fe, un aspecto sobre el que ha incidido el prelado abulense, quien también ha resaltado la "disposición" de los penitentes a participar en este acto "en el silencio de la noche" y recordando el calvario de Jesús en un camino que "lleva a la resurrección". EFE

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