Miami (EE.UU.), 2 feb.- Una mujer musulmana acusa a Chevron de discriminación religiosa porque, según alega, una empleada de una gasolinera de esa empresa se negó a llenar el depósito de su automóvil si no aceptaba quitarse antes el velo islámico (nicab).
"Nuestra empleada le pidió que se lo quitara por cuestiones de seguridad; cuando se negó a hacerlo, se le negó el servicio", explicó hoy un portavoz de Chevron sobre el incidente, que ha sido denunciado públicamente por el Consejo de Relaciones Islámicoestadounidense (CAIR, por su sigla en inglés).
La-Fleur Mohamed, de 39 años, explicó el miércoles en una conferencia de prensa ofrecida con el respaldo de esa asociación que el incidente se remonta al pasado octubre, cuando acudió a una gasolinera ubicada en Boca Ratón (sur de Florida) y una empleada rechazó atenderla si no se quitaba el nicab, un velo que sólo deja ver los ojos.
"Le dije: 'perdón, pero este es mi derecho religioso'", señaló Mohamed, quien explicó que la empleada le había dicho que necesitaba ver su cara, a lo que ella se negó. Acto seguido, la empleada declinó atenderla y le devolvió su dinero.
Mohamed, madre de cuatro hijos, explicó que entonces llamó a la Policía, pero que de todas maneras le fue negado ese servicio en la gasolinera.
La mujer y el CAIR han solicitado a los directivos de Chevron que admitan que se trató de un caso de discriminación religiosa y que la compañía se comprometa a ofrecer entrenamiento para que estos hechos no vuelvan a repetirse.
Sin embargo, Chevron, la segunda mayor petrolera de Estados Unidos, asegura que no hay pruebas de que se produjera un acto de discriminación, aunque, "tomará medidas correctivas para tratar este asunto".
Mohamed insiste en que "las partes implicadas" en su humillación pública" tienen que asumir su responsabilidad y "aceptar que violaron" sus derechos y disculparse.
La compañía explicó que el empleado obró así por seguridad, ya que el suceso se produjo muy poco antes de la celebración de Halloween, cuando los minoristas son blanco de atracos de gente que lleva máscaras y la cara tapada.
"Creemos que nuestro empleado obró sin ningún intento de violar los principios religiosos de Mohamed y cualquier insinuación de discriminación hacia Chevron (que emplea a 60.000 personas en todo el mundo) es completamente falsa", indicó la compañía en un comunicado.
Además, "nuestra política exige que todo el mundo sea tratado con respeto y dignidad", agregó la compañía, que ha pedido ya disculpas a la mujer, nativa de San Vicente y las Granadinas.
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