'nacidos en mauthausen', la historia de tres madres y sus bebés nacidos en el horror de los campos nazis


La escritora y periodista Wendy Holden ha presentado este lunes en Madrid su libro 'Nacidos en Mauthausen' (RBA), en el que narra la historia de tres madres que dieron a luz a sus bebés en campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial. En la presentación la autora ha estado acompañada por Eva Clarke, una de esas niñas nacidas bajo el horror nazi y que acaba de cumplir 70 años.
Eva Clarke nació el 29 de abril de 1945 en una carreta a la entrada del campo de trabajo de Mauthausen, entre mujeres enfermas de tifus e infestadas de piojos. Los guardias habían arrojado a su madre, Anka Nathanová, a esa carreta después de bajarla del tren que la traía de Auschwitz II-Birkenau, donde había logrado ocultar su embarazo engañando incluso al tristemente famoso doctor Josef Mengele, quien solía realizar experimentos genéticos con las mujeres embarazadas que descubría en el campo antes de enviarlas a las cámaras de gas. Con apenas 30 kilos de peso, desnutrida y sin las mínimas condiciones higiénicas y sanitarias, Anka logró llevar a término su embarazo y dar a luz a Eva, que pasó sus primeros días de vida envuelta en un papel de periódico. Por suerte, la guerra estaba a punto de terminar y unos días después, el 5 de mayo, las tropas aliadas liberaron el campo, que entre los prisioneros se conocía como 'el Quebrantahuesos' por las duras condiciones de vida y de trabajo a las que se veían sometidos.
La escritora y periodista Wendy Holden ha investigado la historia de Anka y de Eva y las de otras dos madres y sus bebés nacidos bajo el horror de los campos nazis: Priska Löwenbeinová y su hija Hana y Rachel Friedman y su hijo Mark. Estos testimonios los ha reunido en el libro 'Nacidos en Mauthausen', editado por RBA y presentado este lunes en Madrid, en el Centro Sefarad Israel.
Según ha dicho Holden, cuyo libro se ha situado entre los más vendidos en Reino Unido nada más ponerse a la venta, la obra "habla de cómo la guerra hace trizas los planes de tres mujeres que habían nacido en familias acomodadas, con una infancia y juventud felices, y de cómo tuvieron que enfrentarse a situaciones horrorosas, burlando a la muerte por una pura cuestión de suerte".
Así, Rachel dio a luz a su hijo Mark en un vagón de ganado, en el mismo tren que durante 17 días sin apenas agua ni comida la transportó, junto a cientos de prisioneros entre los que estaba Anka, desde Auschwitz a Mauthausen. Por su parte, Priska había parido unos días antes, en la fábrica en la que trabajaba 12 horas diarias. Allí se puso de parto y, sobre una plancha metálica dio a luz a su hija Hana, entre las burlas de los guardias alemanes, que apostaban a que ganarían o perderían la guerra en función del sexo que tuviera el bebé. Nada más nacer Hana, su madre la introdujo en el camisón mugriento que vestía desde hacía más de siete meses y ahí pasó varias semanas.
"Dentro del horror de todas las situaciones que se relatan, el libro trae un mensaje de esperanza, pues estas mujeres fueron capaces de reconstruir sus vidas tras la guerra y de proporcionar a sus hijos una existencia feliz", ha dicho Wendy Holden.
Eva Clarke ha manifestado que efectivamente, su vida ha transcurrido de una manera normal, aunque desde niña su madre fue contándole la historia de su nacimiento "en pequeñas dosis de información". Clarke ha recordado que una tarde al volver del colegio vio una bolsa con las letras A.N., las iniciales de su madre cuando estaba casada con su primer marido, el padre de Eva, que no sobrevivió a la guerra. Fue entonces cuando Anka relató a su hija la historia de su nacimiento.
"Me gusta decir que somos la voz de los que no tienen voz", ha dicho Eva Clarke, que también se ha referido a "otros Holocaustos contemporáneos" vividos en países como Camboya, Bosnia o Ruanda. "Cuando lo peor sucede, hay que saber en qué consiste ese horror, de dónde viene para que no vuelva a producirse", ha dicho Clarke, felicitándose de que este libro dé testimonio de esos hechos que "no deberían volver a ocurrir jamás".

Mostrar comentarios