Un sondeo nacional constata una amplia presencia de nutrias en todas las cuencas fluviales de Cantabria

EUROPA PRESS

El IV Sondeo Nacional de Nutria en Cantabria ha certificado la "amplia distribución" de esta especie, actualmente presente prácticamente en todas las cuencas fluviales de la Comunidad Autónoma.

El sondeo, que se ha llevado a cabo en los años 2015 y 2016 coordinado por la Sociedad Española para la Conservación y Estudio de los Mamíferos (SECEM), con la participación de la Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación, señala que la nutria (Lutra lutra) se encuentra en los ríos Deva, Nansa, Saja-Besaya aguas arriba Torrelavega, Pas, en la cuenca del río Miera aguas arriba de Liérganes, y también en el río Aguanaz, Campiazo aguas arriba de Beranga, Asón, Ebro y Camesa.

Por lo tanto, concluye que en los últimos 30 años la distribución de la nutria en Cantabria se encuentra en una "tendencia positiva", experimentando una expansión paulatina desde el oeste y sur hacia el este.

Según ha informado el Gobierno en un comunicado, el objetivo del sondeo no era conocer el estado de las poblaciones de nutria ni su número, sino poder realizar un análisis temporal de la distribución de esta especie, tanto a nivel nacional como regional.

Este sondeo se ha realizado siguiendo una metodología estándar denominada 'Otter survey' (Lenton et al., 1980; Mason y Macdonald, 1986), método utilizado en los tres muestreos anteriores y que permite, por tanto, comparar los resultados obtenidos en las diferentes etapas.

PUNTOS DE MUESTREO

El trabajo previo al sondeo ha consistido en la elaboración, por parte de técnicos de la Dirección General del Medio Natural, de una red de puntos de muestreo, con un total de 123, repartidos por toda la geografía regional y situados en el curso de ríos, embalses, estuarios y playas.

Este diseño divide la geografía cántabra en 80 cuadrículas UTM de 10 Km. de lado, estableciendo en 65 de ellas al menos un punto de muestreo. Las 15 cuadrículas no estudiadas corresponden con zonas urbanas, de alta montaña o con una pequeña proporción en territorio de Cantabria.

Posteriormente, fueron los Técnicos Auxiliares del Medio Natural (TAMN) los encargados de recorrer dichos puntos, siempre situados bajo puentes, confluencias entre ríos y arroyos, o lugares de fácil acceso. En estos sitios, el trabajo de los TAMN consistió en el recorrido a pie, aguas arriba del punto asignado, en busca de señales que evidenciaran la presencia de nutria en el tramo, tales como excrementos, gelatinas, marcas o huellas, incluso la observación directa de estos individuos.

En caso de detectarse algunas de estas señales, el recorrido se dio por finalizado, considerándose como estación positiva. En caso de no detectar señales de nutria se avanzó hasta una distancia de 600 metros, regresando al punto de partida por la otra margen del río. Si definitivamente no se encontraron indicios, la estación de muestreo fue considerada negativa.

Los TAMN disponían de una hoja de control para cada punto de muestreo, en la que anotaron diferente información, como la presencia o no de nutria, el tipo y cantidad de indicios encontrados, meteorología, estado y calidad de las aguas, distancia recorrida, y posible existencia de otras especies propias del entorno fluvial, como desmán ibérico, rata de agua, visón americano, visón europeo, turón, cangrejo rojo, cangrejo señal o cangrejo autóctono.

Una vez completadas todas estas fichas, fueron remitidas al personal técnico de la Dirección General, que recopiló y analizó la información recabada mediante el uso de sistemas de información geográfica, elaborando información cartográfica que facilitó el análisis de la evolución de la distribución de la nutria en Cantabria, comparando con los sondeos anteriores. Esta información fue a su vez remitida para ser incorporada en el IV Sondeo Nacional de Nutria.

RESULTADOS

De los 123 puntos previstos fueron sondeados un total de 121, de los cuales fueron positivos 77 (63,6%) y negativos 44 (36,4%). En relación con las cuencas, destacan las de los ríos Deva, Nansa, Pas, Saja-Besaya y cuenca costera occidental, con más del 70% de los puntos de muestreo en los que se detectaron indicios de la existencia de este mamífero.

Otras cuencas con menor presencia de nutria son las de los ríos Miera, Ebro y Camesa, con un 50-70% de estaciones positivas; la del río Asón (30%); cuenca costera oriental (22%), y la del río Agüera, donde esta especie se considera ausente (6 estaciones muestreadas, 0 positivas).

Respecto a las cuadrículas 10x10 kms, se consideran positivas aquellas en las que al menos una de las estaciones de muestreo previstas tiene carácter positivo, siendo negativa cuando todos los puntos lo son. Así, de las 65 cuadrículas prospectadas, resultaron positivas 46 (70,8%).

EVOLUCIÓN

El I Sondeo Nacional de Nutria fue coordinado por el antiguo Instituto para la Conservación de la Naturaleza (ICONA) en los años 1984 y 1985, cuyos resultados indicaban la existencia de nutria en las cuencas del río Deva; en el río Nansa, aguas abajo del Embalse de La Cohilla; río Saja y afluentes aguas arriba de Cabezón de la Sal, y río Ebro, aguas abajo del embalse.

El II Sondeo Nacional fue coordinado por la SECEM en los años 1994 y 1995, en el que se detectó un incremento del territorio ocupado, mejorando sus poblaciones, y extendiéndose a toda la cuenca del río Ebro y a las cabeceras del río Besaya.

El III Sondeo fue coordinado de nuevo por la SECEM en los años 2004 y 2005, confirmándose la expansión de la distribución de la población de nutria en toda la cuenca del río Deva, Escudo, Pas, Camesa y Ebro, además del río Saja aguas arriba de Puente San Miguel, río Besaya aguas arriba de Los Corrales de Buelna, río Miera aguas abajo de Liérganes, y en el río Asón, en Ampuero y Arredondo.

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