"Se ha decidido un endurecimiento de las medidas en varios ámbitos: será examinada una modificación de las reglas de actuación, así como una pena mínima para los lanzadores de piedras y multas importantes para los menores -y sus padres- que cometan estos delitos", declaró el jefe del gobierno israelí al inaugurar una reunión de urgencia con varios ministros y responsables de seguridad.
"En vísperas del Año Nuevo (judío), se ha demostrado una vez más que las piedras pueden matar", declaró Netanyahu, en alusión a la muerte de un automovilista israelí que perdió el control de su vehículo al parecer tras recibir pedradas la noche del domingo en Jerusalén.
En el transcurso de la reunión, a la que asistieron, entre otros, el ministro de Defensa, Moshé Yaalon, y la ministra de Justicia, Ayelet Shaked, Netanyahu reiteró también su apego al statu quo en la explanada de las Mezquitas al tiempo que afirmó que no dejará que unos alborotadores perturben las visitas de los judíos al lugar.
"Israel está apegado al mantenimiento del statu quo en el Monte del templo (Explanada de las Mezquitas para los musulmanes) e Israel no dejará que unos alborotadores impidan las visitas de judíos al lugar".
Según ese "statu quo", las reglas tácitas vigentes desde 1967, los musulmanes pueden subir cuando lo deseen a la explanada de las Mezquitas y los judíos a ciertas horas, pero no para orar.
La visita de un millar largo de turistas y judíos coincidiendo con el Año Nuevo judío reforzó los temores de los palestinos y de las autoridades musulmanas de que Israel intente alterar este acuerdo e imponer un reparto de las explanada: la mañana para los judíos y el resto para los musulmanes.
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