Netanyahu pide a la Autoridad Palestina dureza con el policía palestino que mató a un israelí

  • Jerusalén.- El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pidió hoy a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) que adopte "medidas duras" contra el policía palestino que mató a un israelí e hirió a otros cuatro que se saltaron un retén cuando se dirigían a la tumba del patriarca José, en el norte de Cisjordania.

Jerusalén.- El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pidió hoy a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) que adopte "medidas duras" contra el policía palestino que mató a un israelí e hirió a otros cuatro que se saltaron un retén cuando se dirigían a la tumba del patriarca José, en el norte de Cisjordania.

En un comunicado, Netanyahu calificó el incidente de "acto criminal contra judíos devotos".

El jefe de Gobierno ha hablado con la ministra de Cultura y Deportes, Limor Livnat, tía de la víctima mortal (el ultra-ortodoxo jasídico de 24 años Ben-Yosef Livnat) y ha presentado sus condolencias a la familia.

Horas antes, centenares de personas participaron en el entierro de Ben-Yosef Livnat en el cementerio judío del Monte de los Olivos, en Jerusalén.

Antes y durante el sepelio, los asistentes, principalmente judíos ultraortodoxos y nacionalistas religiosos, pidieron a gritos "venganza", informan medios locales.

La procesión funeraria había comenzado por la mañana en la colonia judía de Elon Moreh, cerca de Naplusa, en el norte del territorio ocupado de Cisjordania, donde residía la familia.

El tiroteo que acabó con la vida de Livnat tuvo lugar esta madrugada, a la salida de la tumba del patriarca bíblico José, que está en las afueras de Naplusa y es visitada a menudo de forma clandestina por judíos religiosos que no quieren esperar a las visitas organizadas con protección del Ejército israelí una vez al mes.

Un grupo de unos dieciocho ultraortodoxos judíos del grupo hasídico Breslov fue a rezar a la tumba en tres coches sin coordinarlo previamente con las autoridades israelíes.

En las proximidades de la tumba se encontraron con un badén de pinchos que uno de ellos movió a un lado, según el relato hecho bajo condición de anonimato por uno de los heridos.

"En ese momento, un policía palestino uniformado con un kalashnikov en un todoterreno despertó a sus colegas y empezaron a disparar al aire. Empezamos a conducir rápido en dirección a la tumba, salimos de los vehículos y besamos la tumba. Cuando volvimos a los vehículos, la Policía disparó contra ellos", contó a la edición digital del diario "Yediot Aharonot".

Dos de los heridos, de 17 y 20 años, alcanzaron un asentamiento judío cerca de Naplusa, desde donde fueron evacuados al hospital con heridas entre moderadas y graves.

La ANP ha abierto una investigación sobre el tiroteo, indicó el gobernador de Naplusa, Yabrin Al-Bakri, que insistió en que fue un "incidente de seguridad" y no un ataque premeditado.

El portavoz de las fuerzas de seguridad palestinas dijo que los policías que estaban apostados en el control han sido interrogados.

En Israel, en cambio, muchos hablan de ataque premeditado por parte de un "terrorista", como hizo la ministra Livnat durante la visita a casa de su familia en Elon Moreh.

"El hijo de mi hermano fue asesinado por un terrorista enmascarado de policía palestino por la única razón de que deseaba rezar. Era inocente", dijo la ministra.

El titular de Defensa, Ehud Barak, indicó en un comunicado que la falta de coordinación de la visita a la tumba "no puede justificar un acto como éste, disparar contra inocentes".

El consejo Yesha, que representa a los colonos judíos, calificó el suceso de "inaceptable" y dijo que es "resultado" de que, en el 2000, se retirara a los soldados israelíes de la zona de la tumba.

El consejo de colonos de Samaria (nombre bíblico y oficial en Israel del norte de Cisjordania) fue más lejos al subrayar que "cada policía palestino es un terrorista en potencia".

En la misma línea se expresó el diputado ultraderechista Mijael Ben Ari, del partido Unión Nacional, que tildó a la ANP del presidente Mahmud Abás de "monstruos" y "terroristas".

Tras el incidente, soldados israelíes y jóvenes palestinos se enzarzaron en enfrentamientos sin víctimas y posteriormente un grupo de palestinos prendió fuego a la Tumba de José, según testigos.

El Ejército israelí también ha cerrado carreteras de acceso a Naplusa y entrado en casas cerca de la zona del tiroteo, según residentes afectados por los registros.

Asimismo, decenas de jóvenes de la derecha nacionalista israelí pusieron en práctica lo que llaman el "precio" que consiste en atacar a palestinos o sus propiedades.

Los jóvenes se desplazaron enmascarados al poblado palestino de Huwara, donde quemaron un vehículo y trataron de incendiar una casa, antes de que los detuvieran soldados israelíes, según la edición digital del diario "Haaretz". Un niño resultó levemente herido.

El Ejército israelí se retiró de la Tumba de José al principio de la Segunda Intifada, en el año 200, y desde entonces el lugar ha quedado en manos de la ANP.

Pese a que ha habido algún tiroteo similar en el pasado, las fuerzas de seguridad israelíes se han limitado, por lo general, a arrestar durante unas horas y a imponer una multa a quienes visitan el lugar de forma clandestina.

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