Un niño muere tras jugar con un arma de su madre que pensaba que era de agua

Fotografía de una pistola de agua.
Fotografía de una pistola de agua.
Imagen de Hans Braxmeier en Pixabay.

La vida de Lokhi Bloom se truncó de la forma más impensable. Este niño de dos años estaba en su casa cuando cogió una pistola rosa que pertenecía a su madre y empezó a jugar con ella pensando que era un arma de mentira, concretamente una de agua. Sin embargo, era una pistola de verdad, que al tocar el gatillo y ponérsela en la boca terminó con la vida del pequeño.

Todo ello sucedió en presencia de su madre, Melissa Adamson (33 años), una adicta a la metanfetamina de cristal que estaba bajo los efectos de las drogas en el momento en el que su hijo se mató accidentalmente. 

Dado su estado ni siquiera se dio cuenta de lo que podría llegar a suceder, y este lunes fue condenada a 24 años de cárcel por negligencia en la muerte de su hijo en Colorado Springs (EEUU), según informa 'The Sun'.

Según declaró la madre, tenía la pistola cargada tras recibir una "visita amenazadora" de un traficante llamado 'Beast' (Bestia), por lo que tomó esa precaución.

En su defensa señaló que se había dejado el arma en su despacho y mientras iba al garaje para llamar a su hermana escuchó el sonido de un disparo y volvió a la casa, donde se encontró a su hijo ya fallecido. Los esfuerzos por reanimar al menor no sirvieron.

Cuando las autoridades registraron la casa se encontraron con un hacha y dos armas de juguete con las que Lokhi solía jugar, además de todo tupo de drogas.

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