No solo sirios huyen de la guerra, jóvenes afganos cruzan los Balcanes en busca de una vida mejor

    • Resapubi, Alireza y Hamed, de 15 años, sonríen en la estación de Keleti (Budapest) desde donde tomarán un tren a Viena para luego seguir su viaje hacia Suecia.
    • La amenaza de continua de violencia y un futuro incierto empuja a miles de afganos a huir de sus país hacia Europa.

Resapubi, Alireza y Hamed son tres jóvenes afganos que están a punto de abandonar Hungría camino a Suecia. "Estamos muy felices", me cuentan, con una gran sonrisa. La dureza y las penurias que han vivido durante su viaje durante más de dos meses a través de Irán, Turquía, Grecia y los Balcanes se ven ahora con otros ojos. Desde Keleti se subieron en un tren hasta Viena y desde allí continuarán hacia Suecia. "Nos espera mi tío", dice Resapubi, el único que habla inglés de los tres.

Aunque el viaje a Europa es arriesgado, los jóvenes aseguran que lo prefieren antes de quedarse en Afganistán donde existe una amenaza continua de violencia y el futuro es incierto para la población. "No queremos que nos llamen para hacer el servicio militar", explican desde la estación húngara minutos antes de que su tren zarpe.

Llevan viajando dos meses pero su juventud y ganas de vivir les ayudan a tomarse este largo periplo como una aventura de adolescentes, que es lo que son. "Estuvimos durante 36 días en un centro de refugiados en Grecia. Fue la peor parte del viaje porque no teníamos comida ni apenas agua", aseguran.

Se calcula que los afganos son el 13 por ciento del total de los refugiados que están llegando a Europa. Los grupos extremistas amenazan la seguridad de los afganos que huyen de las bombas y las amenazas de los talibanes y grupos como Estado Islámico.

Suelen caminar hasta Irán y desde allí continúan hasta Turquía a pie. Desde ahí, se dirigen a Turquía donde toman la misma ruta que los sirios. Pagan a las mafias para atravesar el mar Ageo en barcazas.

Más de cinco millones de afganos ya están viviendo en el extranjero como refugiados, la mayoría de ellos en los países vecinos de Pakistán e Irán, para escapar de la insurgencia, del extenso conflicto y de la pobreza de su país natal. Precisamente, el padre de Resapubi que sigue en Afganistán está incapacitado como consecuencia de la guerra.

Según las cifras oficiales, el 36 por ciento de los 30 millones de habitantes de Afganistán viven por debajo de la línea de la pobreza. La constante amenaza de los grupos insurgentes ha contribuido a que se asiente la pobreza y el desempleo en el país.

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