La nueva tasa de alcohol 0,0: a qué conductores afecta y cuándo llega

El Ministerio del Interior sigue trabajando por reducir el número de accidentes en las carreteras españolas. En este sentido, en las próximas semanas entrará en vigor la nueva ley de Tráfico de la DGT. En concreto, será el próximo lunes 21 de marzo cuando la normativa vea la luz, después de tantos meses de trabajo y espera. Entre las principales novedades se encuentra la imposición, a ciertos conductores, de una mínima tasa de alcohol en el cuerpo. Tráfico aplicará la política de cero alcohol a todos los jóvenes que tengan entre 16 y 18 años y  que posean el carné de conducir y lo empleen. 

Conducir bajo los efectos de esta sustancia sigue siendo una de las principales causas de los accidentes mortales que se producen en el territorio. Si a esto se le suma que la población menor de edad cada vez se interesa antes por estas bebidas, nos encontramos ante un previsible aumento en el riesgo de sufrir algún percance en la carretera. Por este motivo, la Dirección General va a imponer a todos los jóvenes, que hagan uso de un cuadriciclo o ciclomotor y se enfrenten a un control de alcoholemia, la tasa de 0,0. Esto quiere decir que no podrá haber ningún rastro de alcohol en la sangre, al igual que ocurre con las drogas, si no quieren ser multados por la Guardia Civil.

Estas sanciones también van dirigidas a los jóvenes de esta edad que conduzcan vehículos de movilidad personal (VPM) y bicicleta o patinete eléctrico, si estos últimos circulan por la carretera. Para el resto de conductores el límite mantiene, siendo esto de 0,3 gramos por litro de sangre y 0,15 miligramos por litro de aire espirado, para los noveles y profesionales, y 0,5 gramos por litro de sangre y 0,25 miligramos por litro de aire espirado, para los demás. 

Sanciones por infringir esta norma

Por el momento se desconoce a qué multas se van a enfrentar los menores que conduzcan bajo los efectos del alcohol. Si bien, hasta el momento esta sanción iba escalada en función a los niveles de gravedad. Por ejemplo, si un conductor común supera una tasa de 0,50 mg/l en aire expirado, la multa será de 1.000 euros y perderá seis puntos en el carné de conducir.