Obama apoya plan de reforma migratoria del Senado y pide su pronta aprobación

  • El presidente de EE.UU., Barack Obama, respaldó el proyecto de ley de reforma migratoria que ha negociado durante meses y ha divulgado hoy el "Grupo de los ocho" del Senado, y pidió su pronta aprobación, al asegurar que es un plan "consensuado".

María Peña

Washington, 16 abr.- El presidente de EE.UU., Barack Obama, respaldó el proyecto de ley de reforma migratoria que ha negociado durante meses y ha divulgado hoy el "Grupo de los ocho" del Senado, y pidió su pronta aprobación, al asegurar que es un plan "consensuado".

Obama se reunió a puerta cerrada con los senadores John McCain y Charles Schumer, dos miembros del "Grupo de los ocho", que ultima el lenguaje técnico del ambicioso plan antes de introducirlo formalmente en el proceso legislativo.

"Insto al Senado a que avance pronto en este proyecto de ley y, como les dije a los senadores Schumer y McCain, estoy dispuesto a hacer lo que sea para asegurar que la reforma migratoria integral se convierte en realidad tan pronto como sea posible", dijo Obama en un comunicado emitido por la Casa Blanca.

Según Obama, el proyecto de ley "claramente es uno consensuado, y nadie obtendrá todo lo que quiere, incluyéndome a mí. Pero es en gran medida consecuente con los principios que reiteradamente he presentado para una reforma migratoria".

La iniciativa continuará fortaleciendo la seguridad fronteriza y sancionará a empresas que a sabiendas contraten a trabajadores indocumentados, además de que abre una vía para que los once millones de indocumentados "se ganen" la ciudadanía, señaló Obama.

Además moderniza el sistema de visas para permitir la reunificación familiar y atraer a emprendedores e ingenieros extranjeros altamente cualificados "que ayudarán a crear trabajos bien remunerados y a que crezca nuestra economía", precisó.

Ambos senadores salieron satisfechos de la reunión privada con el mandatario, y Schumer dijo a los periodistas: Obama "apoya nuestra propuesta".

"El presidente se da cuenta de que nadie consiguió todo lo que quería. Valoramos el apoyo del presidente y creemos que eso es importante mientras avanzamos en este proceso", dijo por su parte McCain.

El resto de los miembros del "Grupo de los ocho" lo conforman los senadores demócratas Dick Durbin, Bob Menéndez y Michael Bennet, y los republicanos Jeff Flake, Lindsey Graham y Marco Rubio.

El plan reformista en el Senado, cuyo bosquejo fue adelantado anoche a Efe, incorpora los "principios" que delineó el grupo negociador en enero pasado para la legalización y eventual ciudadanía de la población indocumentada.

Entre otros elementos, el plan prevé un plazo de 10 años para la legalización de los indocumentados; 3.000 millones de dólares para la seguridad fronteriza; 1.500 millones de dólares para colocar muros y vallas en la frontera, y fondos para contratar a 3.500 agentes, además de sancionar a empresas que a sabiendas contraten a indocumentados.

Uno de los puntos más controvertidos del plan tuvo que ver con la exigencia de los republicanos de supeditar la legalización a la certificación de la seguridad en la frontera con México.

El plan impone un plazo de diez años para que el Departamento de Seguridad Nacional certifique la seguridad fronteriza, en particular en zonas de alto tráfico de personas, antes de iniciar un plan de legalización de los indocumentados.

Los detractores de la reforma, buena parte de ellos republicanos, aseguran que, al igual que la "amnistía" de 1986, tampoco este plan frenará la futura inmigración ilegal hacia Estados Unidos.

Obama, que desde el año pasado y de la mano de una amplia coalición progresista ha presionado por la reforma, aseguró que los componentes del plan son, a su juicio, "pasos de sentido común que la mayoría de los estadounidenses apoya".

McCain, que ha aconsejado a su partido que modere sus posturas en contra del programa de legalización, afirmó que las elecciones de noviembre pasado contribuyeron a dar impulso a la medida.

En ese sentido, McCain señaló que el apoyo hacia la reforma migratoria entre la opinión pública estadounidense es mayor ahora que en 2007, cuando fracasó debido a la falta de consenso político.

Una encuesta reciente del diario The Washington Post y la cadena televisiva ABC indicó que el 63 % de los estadounidenses apoya la legalización de los indocumentados, en comparación con un 49 % en 2007.

Obama ganó la reelección en noviembre pasado con el 71 % del apoyo latino, frente su rival republicano, Mitt Romney, que durante el proceso de primarias incluso recetó la "autodeportación" de los indocumentados.

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