Obama, "muy optimista" de que firmará la reforma migratoria este verano

  • El presidente de EE.UU., Barack Obama, afirmó hoy, en sendas entrevistas con las cadenas televisivas hispanas Univisión y Telemundo, que es "muy optimista" de que, gracias al esfuerzo bipartidista en el Congreso, podrá firmar una reforma migratoria integral antes del fin del verano en septiembre.

Washington, 27 mar.- El presidente de EE.UU., Barack Obama, afirmó hoy, en sendas entrevistas con las cadenas televisivas hispanas Univisión y Telemundo, que es "muy optimista" de que, gracias al esfuerzo bipartidista en el Congreso, podrá firmar una reforma migratoria integral antes del fin del verano en septiembre.

"En realidad estoy optimista sobre esto, en parte porque creo que tanto los republicanos como los demócratas ahora reconocen que es lo correcto que hay que hacer y siempre he dicho que va a requerir acción bipartidista", dijo Obama a Univisión.

El mandatario concedió las entrevistas a las dos principales cadenas de televisión en español en EE.UU. para abordar asuntos como la reforma migratoria, su gira por México y Costa Rica la primera semana de mayo próximo y su defensa de los matrimonios homosexuales.

"Estamos viendo ahora un buen espíritu bipartidista. Quiero alentar eso y, con suerte, podremos lograrla", agregó.

En la entrevista con Telemundo, por otra parte, Obama rechazó las críticas de que los desacuerdos entre sindicatos y el empresariado sobre un programa de "trabajadores huéspedes" amenazan con descarrilar las negociaciones en curso.

"No estoy de acuerdo en que amenazan con arruinar la legislación. Creo que hemos visto un enorme progreso en el último mes y medio; creo que ambos lados, demócratas y republicanos, han tratado con seriedad las negociaciones", opinó Obama.

En 2007, la reforma migratoria fracasó porque los legisladores no lograron un acuerdo sobre asuntos relacionados con el control de los futuros flujos migratorios.

Ahora, el llamado "Grupo de los ocho" del Senado prevé presentar finalmente un proyecto de ley al regresar de su receso legislativo en abril, si bien existen disputas sobre los parámetros de un programa de legalización.

Pero Obama consideró que esas disputas son un "asunto que se puede resolver" y dijo estar listo para mediar en esas negociaciones si es necesario, aunque si fracasa el proceso del debate, él presentará su propia legislación.

Aunque el gobernante ha hecho pocas declaraciones públicas sobre la reforma -la última el lunes durante una ceremonia de naturalización en la Casa Blanca-, ha sostenido diversas reuniones a puerta cerrada con empresarios, líderes religiosos y activistas pro-reforma.

En ambas entrevistas, el mandatario pareció adoptar un tono más conciliatorio con los republicanos, tomando en cuenta que en meses pasados advirtió de que presentaría su propio plan reformista ante la demora del Congreso.

Obama reiteró su apoyo a un plan que permita a los cerca de once millones de indocumentados "ganarse" la legalización; que verifique el estatus migratorio de los empleados; sancione a empresas que contratan a sabiendas a indocumentados; refuerce la seguridad fronteriza, y mejore el sistema de visas de manera que atraiga a los mejores talentos del exterior.

El presidente y funcionarios de alto rango de su Gobierno han insistido siempre en que la frontera sur está más segura que nunca. Bajo su mandato, las tareas de vigilancia en la zona se apoyan en más de 20.000 agentes fronterizos y el uso de aviones no tripulados y equipos de alta tecnología.

"No hay duda de que hemos mejorado la seguridad fronteriza sustancialmente, y también es cierto que, dado el tamaño de la frontera (con México), nunca será un 100 % perfecta", dijo Obama a Univisión.

Varios republicanos insisten en supeditar la legalización a que se verifique la seguridad de la frontera sur, mientras algunos incluso se oponen a lo que consideran como una "amnistía" inmerecida para los indocumentados.

Sin embargo, según los expertos, un cambio sustancial en el debate de este año ha sido el creciente peso electoral de los hispanos y otras minorías, que contribuyeron a la reelección de Obama en las urnas en noviembre pasado y a la derrota de los republicanos en contiendas estatales y nacionales.

Hoy mismo, una coalición de 34 organizaciones hispanas nacionales lanzaron una extensa campaña de movilización para continuar presionando por la reforma, que incluirá 60 asambleas populares en estados clave del debate, y visitas al Congreso.

Además, los grupos pro-reforma han convocado a "miles" de inmigrantes en todo el país para una manifestación el próximo 10 de abril frente al Capitolio.

Mostrar comentarios