Obispo paraguayo acepta "con serenidad" su destitución por el papa

  • El obispo paraguayo Rogelio Livieres, que ha recibido acusaciones de irregularidades y críticas por proteger a un sacerdote sospechoso de abusos, ha aceptado "con serenidad" su cese por el papa Francisco, manifestó la diócesis que hasta hoy dirigía.

Asunción, 25 sep.- El obispo paraguayo Rogelio Livieres, que ha recibido acusaciones de irregularidades y críticas por proteger a un sacerdote sospechoso de abusos, ha aceptado "con serenidad" su cese por el papa Francisco, manifestó la diócesis que hasta hoy dirigía.

En la nota, la diócesis de Ciudad del Este admite que la Congregación para los Obispos le pidió "vivamente" a Livieres que renunciara a su cargo "por la falta de unidad en la comunión con los otros obispos de Paraguay".

Sin embargó, él se negó porque consideraba el pedido "infundado" y resultado de "un procedimiento indefinido y súbito".

Livieres, quien se encuentra en Roma, dijo que no se le permitió leer el informe de una visita apostólica a Ciudad del Este realizada por dos enviados del papa el pasado julio, y que tampoco le concedieron una audiencia papal.

La diócesis indicó que Livieres "por obediencia a la autoridad del Papa ha aceptado con serenidad y tranquilidad la decisión de ser removido del cargo".

"Cuando el Obispo sea notificado por escrito debidamente tendrán efectos legales las decisiones tomadas", añadió la declaración.

El Vaticano anunció este jueves de forma simultánea en Roma y Asunción la destitución de Livieres y el nombramiento de Jorge Valenzuela, obispo de Villarrica, como administrador apostólico de su antigua diócesis.

Valenzuela y el nuncio apostólico en Asunción, Eliseo Ariotti, viajaron hoy a Ciudad del Este para asumir el control.

El Vaticano indicó en su declaración que la decisión de destituirlo está "ponderada por serios motivos pastorales" y mira "al bien mayor de la unidad de la Iglesia de Ciudad del Este y a la comunión episcopal en Paraguay".

En una rueda de prensa en la capital paraguaya, Ariotti dijo que el papa Francisco "se ha dado cuenta de que la comunión eclesial en Paraguay está herida".

La Asociación de Laicos del departamento paraguayo de Alto Paraná acusa a Livieres de irregularidades en el seminario, lo que motivó que el Vaticano suspendiera en julio las ordenaciones allí.

Javier Miranda, uno de sus líderes, dijo a Efe que el obispo ordenó a sacerdotes con solo dos años de estudios y confirmó a niños de tan solo 10 años, lo que según él viola los reglamentos eclesiales.

También indicó que Livieres vendió bienes de la diócesis "sin que se sepa a dónde fue el dinero, nunca fue transparente".

Miranda dijo que era coordinador de catequesis de una parroquia de Ciudad del Este y que él y otros siete laicos fueron excomulgados por Livieres, quien también les prohibió ejercer cargos en la iglesia por entre tres y cinco años, según dijo.

El motivo de esas sanciones, según Miranda, es que cuestionaron la presencia en la diócesis del sacerdote argentino Carlos Urrutigoity, el cual había sido acusado de abusos en Estados Unidos.

Urrutigoity, que está en Ciudad del Este desde hace nueve años, fue rector del seminario y hombre de confianza de Livieres, que lo nombró vicario general hace dos años.

El arzobispo de Asunción, Pastor Cuquejo, sugirió en junio pasado reabrir una investigación para averiguar si son ciertas las acusaciones al argentino, a lo que Livieres respondió llamándole "homosexual" en público.

En los últimos años la diócesis de Ciudad del Este quedó dividida entre feligreses y religiosos que apoyaban al obispo, perteneciente al Opus Dei y de ideología conservadora, y los que estaban en contra de él.

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