Una ONG alemana difunde la foto de un bebé migrante ahogado para alertar a la UE

La ONG alemana Sea-Watch, que participa en las operaciones de rescate de migrantes en el Mediterráneo, decidió difundir la foto de un bebé ahogado para alertar a la Unión Europea, según explicó en un comunicado.

"Si no quieren ver estas imágenes, ¡entonces dejen de producirlas!", señaló la ONG en un texto que acompaña la foto en la que se ve a un bebé muerto en brazos de un rescatista, a bordo de un barco.

La organización estimó que era su deber difundir esta foto porque "estas imágenes trágicas deben ser vistas por la sociedad europea, ya que estas tragedias son consecuencia de la política extranjera de Europa".

En su comunicado, la ONG no dio ningún detalle sobre la edad del bebé, ni sobre su identidad.

La foto, que fue difundida el lunes, fue tomada durante un operativo frente a la costa libia el 27 de mayo, después del naufragio de un barco a bordo del cual viajaban 350 migrantes, explicó Sea-Watch.

"Muchos de ellos estaban ya muertos cuando el equipo Sea-Watch llegó", agregó, y estimó que "la gravedad de la situación exige la publicación" de este tipo de imágenes.

"A raíz de estos terribles acontecimientos, es evidente que los llamados de los políticos europeos a terminar con las muertes en el mar son sólo palabras", lamentó el fundador de la ONG, Harald Höppner, citado en el comunicado.

"Sólo un nuevo sistema que garantice una entrada legal y segura a la UE puede poner fin a esta tragedia humanitaria", añadió Sea-Watch, que hizo un llamado a "la sociedad civil" para que incite a sus responsables a actuar.

Esta imagen recuerda a la de Aylan Kurdi, el niño sirio que fue hallado ahogado en una playa turca en septiembre pasado.

El portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Federico Fossi, dijo el domingo desde Italia que unos 700 migrantes, incluyendo 40 niños, murieron la semana pasada en el Mediterráneo en tres naufragios frente a la costa libia.

Italia, donde cerca de 40.000 migrantes y refugiados han llegado desde enero a finales de mayo según la ONU, se ha vuelto a convertir en la principal puerta de entrada del Mediterráneo desde el cierre de la ruta de los Balcanes y el controvertido acuerdo sobre el reenvío hacia Turquía de los migrantes que llegan a Grecia.