Orban defiende su línea dura con los migrantes, que "parecen un ejército"

"No estamos ante una crisis de refugiados. Es un movimiento migratorio compuesto de inmigrantes económicos, refugiados y combatientes extranjeros", aseguró durante un discurso en el congreso del Partido Popular Europeo (PPE, conservador) celebrado este jueves en Madrid.

"El derecho a la dignidad y a la seguridad son derechos básicos, pero el estilo de vida alemán o el estilo de vida húngaro no son derechos fundamentales para todos los habitantes de la tierra", continuó, defendiendo su postura de "ayudar a los migrantes a encontrar una vida digna y reenviarlos a sus países".

Varias decenas de miles de migrantes penetraron desde Serbia a Hungría por el paso fronteriza de Röszke a finales del verano boreal, antes de que Budapest cerrara el 15 de septiembre la alambrada levantada entre ambos países. Posteriormente, el país cerró también su frontera croata a los migrantes, desviando el flujo de refugiados hacia la pequeña Eslovenia.

Más de 500.000 migrantes procedentes especialmente de Oriente Medio y también de Pakistán llegaron a Europa a través de los Balcanes desde principios de año.

"El hecho de no considerarlos enemigos, no significa que tengamos que actuar contra nosotros mismos", añadió Orban, dirigente nacionalista al frente de un gobierno de derechas y defensor de los "valores cristianos" de Europa.

"¿Están los medios respetando la libertad de información y de expresión mostrando únicamente mujeres y niños cuando un 70% de los migrantes son hombres que parecen formar un ejército?", se preguntó.

"Creo que deberíamos tomar coraje con las dos manos, dejar de lado lo +políticamente correcto+ y lanzar un gran debate, sin hipocresía (...) ¿Qué pensamos de nuestro patrimonio cultural? ¿Podemos cambiar nuestros fundamentos culturales forzados por el exterior?", insistió.

"¡Defendamos Europa!", aseveró llamando a los dirigentes del PPE a barrar el paso a los "izquierdistas" que la toman con el alma de Europa.

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