OTAN mantiene compromiso con Afganistán y retirada en 2014 pese a incidentes

  • El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, reiteró hoy el compromiso de la organización con Afganistán pese a la violencia de la última semana tras la quema de ejemplares del Corán y subrayó que "de ninguna manera" afectará a la retirada en 2014.

Washington, 28 feb.- El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, reiteró hoy el compromiso de la organización con Afganistán pese a la violencia de la última semana tras la quema de ejemplares del Corán y subrayó que "de ninguna manera" afectará a la retirada en 2014.

"La desafiante situación en Afganistán en los últimos días ha sido difícil para todos", reconoció durante la inauguración de un seminario en Washington, pero, añadió, "de ninguna manera afectará al cronograma de la transición".

Rasmussen señaló que, a pesar de los acontecimientos, "no debemos perder de vista nuestro objetivo: un Afganistán estable"; ése, dijo, es el mayor interés de la OTAN y en el que está centrando sus esfuerzos.

El secretario general, que deploró la violencia de los últimos días, en los que han muerto una treintena de personas, valoró la labor del jefe de la misión de la OTAN en Afganistán (ISAF), el general John Allen, para gestionar la crisis rápidamente y poder seguir trabajando "codo a codo" con los afganos.

En este sentido, destacó la "moderación y profesionalidad" de las tropas de la ISAF en el país, así como la labor de las fuerzas afganas para minimizar la violencia desatada tras conocerse que soldados estadounidenses de la base de la OTAN en Bagram, cerca de Kabul, quemaron, supuestamente por error, junto con otro material de desecho, artículos religiosos incluidos ejemplares del Corán.

Rasmussen señaló que los recientes ataques, si bien son causa de preocupación, no definen la relación entre la ISAF y las fuerzas de seguridad afganas ni cambian el compromiso de la alianza con el país.

"No permitiremos que los extremistas debiliten nuestra determinación", enfatizó. "Estamos en Afganistán para construir estabilidad y seguridad para los afganos, lo que va en interés de nuestra propia seguridad".

Rasmussen recordó que en la próxima reunión de la OTAN, que se celebrará en mayo en Chicago (EE.UU.), los líderes aliados continuarán trabajando sobre el plan para completar el traspaso de la seguridad del país a las fuerzas de seguridad afganas a finales de 2014, como se acordó en la cumbre de Lisboa (2010), y "nuestro imperecedero compromiso con Afganistán después de ese día".

"La OTAN no es juzgada por lo que dice, sino por lo que hace", señaló.

En esta reunión, según señaló, se analizará cómo mantener las misiones actuales y los retos del futuro, mientras continúa el fortalecimiento de las capacidades principales de la organización y la transformación de las fuerzas.

"Nuestro reto es sentar las bases para la OTAN del futuro, hacia 2020 y más allá", dijo.

La situación económica es uno de los factores que afectarán a la futura estrategia y pidió a los aliados que continúen apoyando la alianza como un valor seguro, a pesar de la crisis financiera.

"No sabemos cuánto va a durar la agitación económica pero sus consecuencias permanecerán por un largo tiempo", reconoció el secretario general, pero aseguró que "en tiempos buenos y malos, la OTAN ha sido la mejor inversión que han hecho los aliados".

Durante más de 60 años, la OTAN "se ha entregado con éxito a la seguridad y la estabilidad. Es por eso por lo que tenemos que seguir invirtiendo en ella, militar, política y financieramente, para que a finales de esta década y en la próxima, emerjamos más fuertes como alianza".

Rasmussen subrayó que la clave será realizar una política de defensa definida por prioridades, la especialización y la cooperación, porque "poniendo en común y compartiendo los recursos, mediante la cooperación multinacional y ayudándose unos a otros, se pueden hacer mejores inversiones en las capacidades militares necesarias".

El secretario general deseó que en la cumbre de Chicago, los aliados se comprometan con metas a largo plazo sobre las capacidades necesarias para reforzar la conexión entre las fuerzas de la alianza y que surjan proyectos concretos para mantenerse fuerte "en un mundo que cambia rápidamente".

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