OTCA apuesta en ciencia para garantizar soberanía de conocimiento amazónico

  • Los países de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) apostarán en la ciencia y la educación para asegurar la "soberanía de conocimientos" sobre esa región, dijo a Efe el peruano Alejandro Gordillo, quien hasta hoy se desempeñó como secretario general de ese organismo.

Eduardo Davis

Brasilia, 29 jun.- Los países de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) apostarán en la ciencia y la educación para asegurar la "soberanía de conocimientos" sobre esa región, dijo a Efe el peruano Alejandro Gordillo, quien hasta hoy se desempeñó como secretario general de ese organismo.

El tratado que dio origen a la OTCA fue suscrito en 1978 por Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela, países que "finalmente han entendido la importancia estratégica" de este organismo, que tiene como objetivo central la promoción del desarrollo armónico de la Amazonía, declaró Gordillo.

El diplomático peruano ejerció el cargo de secretario general de la OTCA desde marzo del 2011, un período en el que se completó el "relanzamiento" de este foro de cooperación regional, ahora más enfocado en la investigación y la promoción de la conservación y el uso racional de los recursos naturales.

Gordillo indicó en una entrevista con Efe que, por esa vía, la OTCA pretende convertirse en generadora de proyectos que ayuden al desarrollo sostenible de la región amazónica, que abarca ocho países, tiene algo más de seis millones de kilómetros cuadrados y está habitada por unos 35 millones de personas.

Según Gordillo, entre los proyectos que deja su gestión, dos de los más importantes que se han adoptado proponen la creación de un Observatorio Amazónico y de una Universidad Regional Amazónica, que se dedicará a formar expertos en ciencias de la naturaleza.

"Uno de los problemas (en los ocho países amazónicos) es la falta de profesionales" en esas áreas, explicó.

De acuerdo a datos que maneja la OTCA, la Amazonía esconde al menos 32.000 especies diferentes de plantas vasculares y el país de la región con más doctores en botánica es Brasil, que tiene ocho, y tres de ellos a punto de jubilarse.

Según este organismo, el 70 por ciento de los estudios sobre la Amazonía son realizados por expertos de Estados Unidos o Europa, y del 30 por ciento restante, 80 de cada cien se realizan en Brasil, que posee casi las dos terceras partes del territorio amazónico.

Por esa razón, en opinión de Gordillo, los países de la OTCA deben recuperar la "soberanía de los conocimientos" sobre una región de carácter estratégico no sólo para ellos, sino también para el resto del mundo.

El Observatorio Amazónico tendrá, entre otras tareas, que hacer un seguimiento de los índices de deforestación en toda la región, con la suma de los recursos tecnológicos y los datos que recopila cada uno de los países, a fin de trazar un "mapa general" y reforzar la vigilancia en los sectores más sensibles de cada nación.

Ese proyecto está directamente vinculado a otro que propone establecer directrices comunes para el manejo sustentable de los recursos hídricos transfronterizos de la región, que atesora las mayores reservas mundiales de agua dulce.

La Universidad Regional Amazónica, propuesta por Ecuador, además de formar a los profesionales, financiará el desarrollo de estudios científicos y económicos que permitan diseñar modelos propios de desarrollo sostenido, comunes a los ocho países, apuntó Gordillo.

Otro punto pendiente en la agenda de la OTCA es obtener un mayor presupuesto, que hasta ahora es de 1,7 millones de dólares al año y está constituido por las aportaciones de los países miembros.

Las otras fuentes de financiación de la OTCA radican en el apoyo que prestan diversos países del mundo, como Noruega, Alemania, Japón y Holanda, pero que está volcado a proyectos más específicos.

El cargo que deja vacante Gordillo será ocupado a partir de la semana próxima por el surinamés Robby Ramlakham, quien en opinión del diplomático peruano deberá lograr un mayor apoyo político de los parlamentos de la zona, en especial para avanzar en una homologación de legislaciones sobre medioambiente.

"Las leyes que regulan los ecosistemas son diferentes en cada país amazónico, y en la medida de lo posible se debe buscar una mayor armonía, pues las selvas no conocen de fronteras", indicó.

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