Patras, la otra puerta hacia Europa para los inmigrantes sin papeles

  • Mientras en España ha surgido la polémica por no empadronar a los sin papeles en Vic o las limitaciones para evitar pisos patera en Torrejón de Ardoz, en Grecia el Gobierno ha prometido que ya no encerrará en las cárceles a los inmigrantes indocumentados que detengan. En lugar de eso, planean construir centros especiales para ellos. Pero los inmigrantes que llegan hasta la localidad costera de Patras siguen malviviendo en un campamento improvisado en un solar con el temor de que les detengan.
La UE inicia el debate para una nueva política europea de inmigración legal
La UE inicia el debate para una nueva política europea de inmigración legal
Nicole Itano | GlobalPost

(Patras, Grecia). Patras es el principal puerto para los ferries que van a Italia. Y también para los inmigrantes sin papeles que llegan hasta aquí con la esperanza de poder subirse a una de estas embarcaciones. Pero muchos pasan meses atrapados en Patras, viviendo a duras penas mientras intentan colarse en algún barco o container.

Durante más de una década, esta pequeña localidad griega ha sido la puerta de entrada a Europa occidental desde el Este. Primero vinieron los kurdos, después los afganos. Ahora hay africanos y gitanos de Rumanía. Según el ministerio de Protección Ciudadana, cada día llegan a las costas griegas entre 500 y 600 inmigrantes indocumentados.

En Patras ahora hay grupos de inmigrantes que viven en la periferia de la ciudad. Los afganos ocupan la zona conocida como "La Jungla" y unos edificios abandonados. Un grupo de africanos –principalmente musulmanes de Somalia y Sudán- viven en vagones de tren abandonados. Los gitanos se han instalado en tiendas en una playa cubierta de basura.

El anterior gobierno griego de centro izquierda, que perdió las elecciones en octubre, intentó acabar con los inmigrantes en situación irregular de Patras. La policía allanó e incendió una zona de chabolas que a veces servía de hogar a unos 2.000 afganos y también aumentó las patrullas cerca del puerto.

Christos Karapiperis, miembro de la Cruz Roja griega en Patras, indica que hay menos inmigrantes que antes de las redadas, quizás unos 400 en lugar de mil. Sin embargo, las condiciones de vida son peores que antes: "Desde un punto de vista humanitario, es peor ahora. Tienen más problemas para encontrar un lugar donde quedarse o solicitar papeles".

En Grecia, los inmigrantes indocumentados se encuentran en una especie de limbo. La mayoría llega a las islas griegas en pequeñas embarcaciones, desde donde son recogidos por las autoridades y llevados a centros de detención. El país no tiene suficientes locales o cárceles para encerrarles durante mucho tiempo. Y Turquía, país por que atraviesan muchos de ellos antes de llegar a Grecia, se niega rotundamente a recibir a los inmigrantes pese al acuerdo de repatriación con Grecia. De modo que tras unas semanas o meses, la mayoría simplemente sale a bordo de un ferry con destino a Atenas, con una carta que indica que deben abandonar el país en 30 días.

Mahadi, un inmigrante afgano, explica que pasó meses en un vetusto centro de detención en la isla de Lesbos, cerrado por el actual gobierno en noviembre pasado debido a la presión de grupos de derechos humanos y a las manifestaciones de los detenidos.Después pasó unos meses en las calles de Atenas antes de llegar a Patras, donde dice que ha pasado varias semanas intentando colarse de polizón en alguna embarcación.

Hay unos pocos inmigrantes de Patras que aún no han conocido la cárcel de la ciudad. Pero la policía, al igual que las autoridades en las islas, no tienen dónde enviarlos ni forma de devolverlos a su país. El nuevo gobierno socialista del país reconoce las profundas deficiencias del sistema de inmigración y ha prometido mejorar el tema de los derechos humanos. Las autoridades aumentarán el número de refugiados que reciben, sancionarán cualquier abuso por parte de la policía y facilitarán la integración de los inmigrantes legales y los refugiados.

El gobierno también ha indicado que dejará de encerrar a los inmigrantes sin papeles en cárceles y construirá centros especiales. Además, las autoridades griegas han prometido mejorar la protección de las fronteras. Michalis Chrysochoidis, ministro de Protección Ciudadana y responsable de la Policía y los guardacostas, dice que el primer paso es cerrar las salidas –como Patras- para que quede claro que Grecia ya no es una ruta fácil para llegar a otros lugares de Europa.

Y ya hay indicios en Patras de que esto está funcionando.Karapiperis reconoce que hay menos inmigrantes en Patras, pero también corren rumores sobre nuevas rutas para llegar a Europa occidental por tierra, en la frontera norte de Grecia con Macedonia. Mahadi y otros afganos afirman que últimamente la policía ha intentado sacarles de La Jungla. Un sábado por la mañana, se presentaron a las cinco de la mañana e inspeccionaron a los residentes. Tres días antes de eso, una decena de policías rodearon el lugar, detuvieron a varios de sus habitantes y destruyeron las improvisadas tiendas de plástico.

"La policía viene todos los días", explica Shariz, un inmigrante de Ghazni, en el centro de Afganistán, mientras enseña las manos para indicar que a otros se los llevaron esposados. Karapiperis declara que la policía intenta limpiar La Jungla porque el propietario del olivar cercano se había quejado de los inmigrantes. Pero a pesar de la presión policial, los afganos regresan una y otra vez, porque no tienen donde ir. "Sólo queremos una vida mejor", afirma Mahadi. "¿Qué hemos hecho de malo?".

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