Pekín resta importancia a las críticas de las Madres de Tiananmen

Pekín, 31 may.- El Gobierno chino restó hoy importancia a la carta abierta de la agrupación Madres de Tiananmen -formada por familiares de víctimas de la masacre de 1989-, al replicar que Pekín ya extrajo una "conclusión clara" de aquellos sucesos.

El portavoz chino de Exteriores, Hong Lei, respondió así al ser preguntado en la rueda de prensa diaria por la misiva difundida por la organización Human Rights in China (HRIC) y en la que las Madres de Tiananmen acusan al presidente, Xi Jinping, de volver a la ortodoxia maoísta.

A escasos días de que se cumpla el 24 aniversario de la matanza de Tiananmen -cuyo número de muertos es aún desconocido-, Hong no quiso profundizar en el caso y se limitó a destacar el gran progreso económico que ha experimentado China y las reformas emprendidas en el sistema judicial.

"La población china disfruta de amplios derechos y libertades", sentenció el portavoz, quien insistió en que el país seguirá por la senda del socialismo con características chinas.

Las Madres de Tiananmen publicaron hoy una carta abierta dirigida al Gobierno, como todos los años. En ella muestran su decepción frente a la falta de reformas emprendidas por Xi, quien, en opinión de los firmantes, es igual al resto de líderes, "un no reformista en la realidad".

Los cientos de familiares que se agrupan en esta formación advirtieron del grado de desesperación al que les aboca el silencio gubernamental sobre lo ocurrido el 4 de junio de 1989, un sentimiento, aseguran, "común entre la población china" que ya no cree en nada ni nadie.

"No creemos a los líderes y no confiamos en sus palabras. Tampoco a las asociaciones empresariales, ni a los periódicos o internet. Tampoco a los intelectuales. No sabemos a quién creer. El resultado final es un país con una pérdida generalizada de la confianza", se recoge en la misiva.

Una semana antes de que se cumpla el 24 aniversario, la censura y el control en la capital ya se siente, desde en las redes sociales hasta en las organizaciones de derechos humanos ubicadas en Pekín que han visto cancelados "todos sus actos" hasta el 5 de junio por orden oficial.