Perder el empleo en el próximo año preocupa a uno de cada cuatro jóvenes

  • Uno de cada cuatro jóvenes teme perder su puesto de trabajo el próximo año, y es precisamente el paro la principal preocupación para la mayoría de ellos, el 67,5 por ciento, seguida de la educación y la calidad del empleo, que inquietan a un 28,1 y a un 10 por ciento, respectivamente.

Madrid, 22 oct.- Uno de cada cuatro jóvenes teme perder su puesto de trabajo el próximo año, y es precisamente el paro la principal preocupación para la mayoría de ellos, el 67,5 por ciento, seguida de la educación y la calidad del empleo, que inquietan a un 28,1 y a un 10 por ciento, respectivamente.

Estas son las principales conclusiones del estudio "Expectativas vitales de la Juventud", realizado por la Fundación Pfizer tras encuestar telefónicamente a 1.400 jóvenes con edades comprendidas entre los 15 y 32 años.

Los resultados se han presentado hoy en el Instituto Joaquín Turina, en Madrid, durante el X Foro de Debate Social, acto en el que han participado catedráticos, sociólogos y comunicadores, entre ellos Iván Sobrino, director de estudios TNS Demoscopia, que ha destacado que las expectativas de los jóvenes empeoran a medida que aumenta la edad y "entran en contacto con el mercado laboral".

El 41 % de los encuestados está satisfecho con su situación económica, y más de la mitad es optimista por su futuro.

Así, "creen que van a encontrar trabajo, ganar más dinero o tener un empleo mejor" en los próximos dos años, ha matizado Juan Álvarez, patrono de la Fundación Pfizer.

Más de un tercio de los jóvenes considera que estar bien preparado y tener buenas recomendaciones son las claves para conseguir trabajo, mientras que apenas el 15 % cree que hablar idiomas sea importante.

Este último dato "sorprende" teniendo en cuenta que el 72 % está de acuerdo con la idea de que "salir al extranjero es lo mejor para desarrollarse profesionalmente", ha apuntado Álvarez.

La estabilidad es el aspecto más valorado en un empleo para el 34 % de los entrevistados, ha subrayado el catedrático de psicología Enrique Baca, que ha recordado que "somos un país con aspiraciones a ser funcionarios".

Conciliar de la vida profesional y familiar (19 %) es un aspecto que preocupa más a mujeres que a hombres.

En cuanto a la experiencia laboral, solo la mitad de los encuestados de entre 30 y 32 años trabaja en un ámbito relacionado con su formación pues, según Iván Burafull, profesor de Esade Business School, "existe un desajuste entre lo que el país ofrece y los jóvenes estudian".

Además, uno de cada cuatro jóvenes en ese grupo de edad elegiría una carrera distinta a la estudiada.

Según Carmen Méndez, directora del Instituto Joaquín Turina, este dato "no se puede achacar" a la calidad educativa de las universidades, sino también a la nota de corte: "no todos han podido estudiar las carreras que querían", ha precisado.

Aun así, casi seis de cada diez encuestados cree que la formación que se imparte en los centros de enseñanza no se adecúa a las necesidades del mercado laboral.

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