Londres, 30 dic.- Destacados activistas conservadores pidieron hoy al primer ministro británico, David Cameron, que mantenga los controles fronterizos sobre búlgaros y rumanos para impedir una situación "desestabilizadora" para el país.
Con motivo del levantamiento de las restricciones sobre esos ciudadanos a partir del 1 de enero en la Unión Europea (UE), noventa miembros del Partido Conservador británico enviaron una carta a Cameron en la que le animan a recurrir a una cláusula comunitaria para prevenir el ingreso masivo de inmigrantes.
La carta ha sido escrita por el presidente del llamado grupo "Conservative Grassroots" (bases conservadoras), Robert Woollard, y apoyada por presidentes y activistas de las asociaciones conservadoras de distintas localidades del país.
En la misiva, los noventa firmantes señalan que la medida puede ser tomada para impedir una "ola de inmigración masiva muy perjudicial y desestabilizadora" para el Reino Unido.
La cláusula permite a los países comunitarios controlar las fronteras si hay "graves perturbaciones del mercado laboral", argumentan los "tories", y puntualizan que, en su opinión, el Reino Unido necesita "espacio y tiempo" para reducir su alta tasa de desempleo juvenil, que se sitúa en el 21 %.
Los ciudadanos búlgaros y rumanos obtuvieron el derecho a recibir visado para entrar en el Reino Unido en 2007, cuando sus países se unieron a la UE, pero había restricciones para establecerse y trabajar en este país, que se levantarán este 1 de enero.
Los firmantes de la carta añaden que una cláusula de salvaguardia adherida al tratado de ascensión en la UE de esos dos países permite la imposición de medidas restrictivas temporales si un Estado miembro atraviesa o estima que puede afrontar una "grave perturbación" de su mercado laboral.
Así, este grupo conservador considera que el Reino Unido debería extender hasta el año 2018 las restricciones.
Los firmantes argumentan que la entrada masiva de ciudadanos de Bulgaria y Rumanía puede afectar el funcionamiento de los servicios públicos en momentos en que la economía del país afronta "desafíos".
Ante la inquietud que provoca el levantamiento de las restricciones en el Reino Unido, el Gobierno tramitó a mediados de este mes en el Parlamento una nueva regulación que restringirá el acceso a las prestaciones sociales de los inmigrantes europeos, pero pensada de cara al ingreso de búlgaros y rumanos.
Estas nuevas directrices retrasaran en tres meses el cobro del subsidio del paro y el acceso a la ayuda de vivienda.
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