La 'broma' le puede salir cara. El joven de 29 años que fue identificado por volar un dron durante las campanadas en la Puerta del Sol se enfrenta a una multa de hasta 225.000 euros, aunque la sanción final será determinada por la Agencia Estatal de Seguridad Área (AESA) tras recabar toda la información de este suceso.
La Policía Nacional ha realizado un informe con todos los datos de la investigación que ha remitido a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, la encargada de imponer las posibles sanciones según la Ley de Seguridad Aérea.
El joven identificado tendrá que facilitar su versión de por qué hizo este vuelo y deberá presentar, en caso de tenerla, la licencia de conducción de drones. Según recuerdan fuentes policiales a Efe, está prohibido volar este tipo de aparatos en las grandes ciudades sin autorización previa y, por ello, también se habría incumplido la Ley de Seguridad Ciudadana.
Una vez la AESA recopile toda la información impondrá la sanción que, si la infracción se considera leve, podría ser de entre 60 y 45.000 euros, y si se considera grave ascendería a entre 45.001 y 90.000 euros; pero si se entiende que es muy grave la multa sería de entre 90.001 y 225.000 euros. Según informó la Policía Nacional, el sistema Global Contra Drones (SIGLO-CD) detectó el inicio del vuelo de la aeronave a las 23:57:08 horas del 31 de diciembre, finalizando el mismo a las 00:02:17 horas del 1 de enero.
Salió de una terraza cercana a la Puerta del Sol
El aparato, que salió de una terraza próxima e hizo una ruta de ida y vuelta directa hacia la Puerta del Sol, fue captado por varias cadenas de televisión en la retransmisión en directo de las campanadas de Nochevieja. Este joven, domiciliado en Santander, se encontraba hospedado desde el 30 de diciembre en un inmueble próximo a la Plaza Mayor de Madrid y fue identificado por los investigadores gracias a las redes sociales.
El dron pudo verse durante la retransmisión de las campanadas de Nochevieja en la Puerta del Sol y llevaba colgada de una cuerda una pequeña bandera de España, un crespón negro y una leyenda en la que se apreciaba el símbolo de un 'hasthag' y el nombre de Germán.
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