Más de 100.000 abandonos al año

Del final feliz de Pocahontas al maltrato animal: 5.000 perros lo sufren al año

Los galgos, los más robados y abandonados
Los galgos, los más robados y abandonados
Europa Press

'Pocahontas' ha sido la última de una larga lista de perros robados. Su final de cuento ha sido feliz... y misterioso. Otro final, más anónimo, fue el que tuvieron los 359 canes arrebatados a sus dueños en 2018. Y la cifra es solo la punta del iceberg. Es el último dato registrado por los agentes del Servicio de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) en la trágica lista de 5.313 perros que sufrieron maltrato animal durante ese periodo: abandono, envenenamiento, desnutrición, palizas, comercio ilegal... Los robados, que en la mayoría son galgos, ocupan el tercer puesto de este ránking que es un toque de atención a la ciudadanía por no ser consciente de que al año 100.000 perros se pueden quedar sin hogar, según denuncian las protectoras, o de que una compra no responsable puede convertirnos en cómplices involuntarios de la crueldad que reina en los criaderos ilegales.

Con las cifras en la mano, solo el Seprona de la Guardia Civil liberó a 3.673 perros porque su higiene, sanidad o alojamiento eran lamentables, y salvaron de la calle a 546. En la última operación que tuvo lugar en Burgos hace tan solo cinco días, tres personas están investigadas tras encontrar a 13 galgos en un avanzado estado de deshidratación y desnutrición. Uno presentaba una importante herida abierta en el cuello y el otro un severo problema intestinal. La única comida que se encontró fue pan duro.

Este es uno de los crueles ejemplos de maltrato animal del que 'Pocahontas' logró escapar, a la espera de saber lo que sucedió esos días que estuvo 'secuestrada'. La perra sigue superando el susto y desde la asociación que la adiestran, Bocalán, esperan que en breve pueda acompañar a la niña con movilidad reducida que la espera. La perra guía regresó más delgada y muy asustada. 

El maltrato y el abandono son la lucha constante de muchos cuerpos de seguridad y asociaciones que velan por el bienestar de las mascotas. Estos días, además del secuestro falso de Pocahontas, y el hallazgo de los galgos, la liberación de 250 chihuahuas ha puesto de nuevo sobre la mesa el maltrato animal que sufren muchos perros en los criaderos clandestinos donde, según los expertos, en ocasiones no solo se lucran con el beneficio económico de la venta, sino que propician las ilegales peleas de perros. Una llamada anónima suele ser el origen de su desmantelamiento. Un click para la compra de un perro puede ser, sin que lo sepa el usuario, su impulsor. 

Por increíble que parezca, muchas veces la compra de una mascota responde a una moda. Empieza así la demanda... y la oferta se multiplica, con lo que eso implica. Ir a la última supone un esfuerzo económico que a veces nos hace buscar precios económicos sin querer recelar de ellos, engordando sin darnos cuenta esos criaderos ilegales donde lo único que importa es el beneficio que puedan obtener.

Desde las protectoras de animales piden extremar las precauciones a la hora de comprar una mascota e invitan a adoptar "siempre", reclama Nacho Paunero, presidente de 'El Refugio'. También lamenta por igual que cuando pasa esa moda muchos sean abandonados

Paunero incide para La Información en que el abandono de perros alcanza los 100.000 al año -y 30.000 gatos-. Una camada con la que no sabemos qué hacer, una tenencia irresponsable que invita a poco a poco un desencanto y ganas de dejarlo suelen ser algunas de las causas del abandono "pero la mayoría de los casos suelen estar relacionados con el mundo de la caza". Hoy domingo la Plataforma 'No a la caza' se manifestará en 39 ciudades "contra el maltrato, el abandono y la matanza" de precisamente estos perros y exigirán la aprobación de una Ley de Protección Animal que vele por estos canes. Consideran que febrero es un mes "crítico" para galgos, podencos, setter, pointers y otros canes de caza.

En 2018 un total de 2.450 de estos perros fueron rescatados por el servicio del Seprona, 542 galgos entre ellos. En la memoria de los agentes de la Guardia Civil queda lo que bautizaron como operación Tanatoc, donde un veterinario era el encargado de sacrificarlos por el simple hecho de que no cumplían con los requisitos que consideraban necesarios, sin presentar ninguna enfermedad. Les administraba la eutanasia sin aturdimiento previo.

Esta crueldad es el día a día de los conocidos como criaderos ilegales que desde las protectoras de animales llaman "fábricas de cachorros". Hace unos días la policía nacional rescató a 270 chihuahuas. Vivían en un zulo construido de manera ilegal en los bajos de un chalet. Se encontraban enjaulados en espacios pequeños y en unas condiciones "deplorables", asegura el presidente de 'El Refugio'. Según los propios agentes el lugar no tenía ni ventilación ni luz natural. Un hedor insoportable convertía el aire en irrespirable.  Y "por desgracia no es una actividad nueva" ya que el propietario de los animales llevaba a cabo de manera ilegal desde hace 30 años. Paunero pone sobre la mesa las cifras de un negocio que ha podido alcanzar los dos millones de euros. "Los perros se vendían entre 1.500 y 3.000 euros cada uno y el comercio se hacía en todo el sur de Europa".

A algunos les habían cortado las cuerdas vocales con la finalidad de atenuar el ladrido y no alertar a vecinos. En algunos congeladores había cuerpos muertos de cachorros...  Una denuncia anónima llevó en este caso a la Policía Nacional hasta ellos tras un año de trabajo. La venta se realizaba por internet y la entrega del perro era, o bien en persona o por paquetería. Pero no sólo así se llegan a comprar perros que malviven en este tipo de criaderos.

Las ilegales peleas de perros también ponen en ocasiones a sus perros a la venta. El Seprona desarticuló una organización dedicada a ello hace un año.  Para ello se utilizan máquinas y métodos para preparar y entrenar físicamente a los perros y poder adquirir corpulencia y resistencia física para poder ser más competitivos a la hora de pelear. Una vez en el ring, los animales no recibían ningún tipo de asistencia veterinaria a pesar de las lesiones sufridas, limitándose después de las peleas a refrescar a los canes con agua. Hablamos de la operación Kennels. En esta ocasión se entrenaban a perros de raza que durante la propia pelea eran también puestos en venta, con el beneficio económico que supone vender a un perro que además ha sido el ganador.

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