Las últimas estimaciones electorales del Euskobarómetro del mes de mayo apuntan a que Podemos Euskadi sería la tercera fuerza política del País Vasco solo por detrás de EH Bildu y del PNV. Los nacionalistas vascos quedaría como el partido más votado e inmediatamente después aparecería la izquierda abertzale que perdería dos o tres representantes en el parlamento regional y pasarían a formar parte de la bancada de los de Pablo Iglesias quienes irrumpirían en la cámara con 11-12 diputados.
La diferencia entre Podemos y Bildu, si las elecciones se realizasen hoy, serían de a penas seis representantes. Y es que, las divergencias ideológicas entre ambas formaciones no distan mucho entre sí. Mientras que, en cuanto a medidas socioeconómicas, ambos comparten discursos muy similares, los principales desencuentros vienen de las políticas independentistas y antiterroristas.Condena del terrorismo
Tras las elecciones del 24 de mayo Pablo Iglesias aseguró que las posibles alianzas con Bildu pasarían por la condena del terrorismo de estos últimos. Podemos, que ha venido suavizando su discurso antiterrorista en los últimos meses, terminó forzando un pacto a cuatro en Navarra con, Geroa bai, izquierda-Ezquerra y el propio Bildu.
Si bien es cierto, que desde el primer momento, Podemos ha mantenido un discurso a favor del cambio de las políticas antiterroristas estatales, que según ellos mismos, han venido vulnerando los derechos humanos con la escusa de acabar con la lucha armada. "En ejercicio de su respuesta han cometido directa o indirectamente vulneraciones-asesinatos, torturas, detenciones, etc... de derechos humanos en el ámbito policial, judicial y penitenciario. Tales hechos no se ha debido a un estado de necesidad que generara inevitablemente esa respuesta, sino de una libre elección dirigida a buscar eficacia política, aseguró en febrero el secretario general de Podemos en el País Vasco en declaraciones a este medio.
A pesar de esta posición contraria a las políticas antiterroristas actuales, Podemos Euskadi se muestra tajante a la hora de censurar la violencia, a diferencia de sus compañeros de gobierno en Navarra que mantienen un discurso mucho más ambiguo en este sentido. En enero pasado el partido de Iglesias aseguró que debido a "su defensa radical de los derechos humanos" la formación pidió "la desaparición de ETA, cuyo terrorismo no sólo ha sido perverso y equivocado en lo político, sino también insostenible en el plan ético.
En contraste con esta declaración de intenciones, los propios presos de ETA apoyan a los de Podemos, tal y como desvelaron unas grabaciones de conversaciones aparecidas en 'El Mundo' hace varios meses. "A ver si toda España vota 'al coletas'" o "estos son como nosotros pero en españoles" son algunas de las declaraciones que se pueden oir en las cintas.Divergencias en la cuestión identitaria.
Otro punto diferenciador entre Podemos y Bildu se basa en la cuestión identitaria y el derecho a decidir. Mientras que la izquierda abertzale apuesta por una escisión completa del Estado español, los de Iglesias mantienen aún posturas confusas ante el nacionalismo. Aunque la corriente más aceptada dentro de sus filas pasa por una reforma constitucional que incluya la posibilidad de instaurar un Estado federal español que proporcione al País Vasco "amplios poderes" de gestión. "Siempre y cuando esa sea la opción que refrende la ciudadanía vasca" apostillan.
A pesar de las diferencias de pensamientos en cuanto al independentismo ambos partidos creen que esas diferencias pueden ser salvables. El propio Roberto Uriarte aseguró que lo que les separa no es tanto y que en el derecho a decidir también hay posibilidades de encontrarse, según recogió el portal 'Noticias de Gipuzkoa'. "Es un punto de encuentro democrático en el que nos vamos a poder encontrar todos los ciudadanos de Euskal Herria que tenemos diferentes sentimientos de identidad nacional", aseguró.
Las diferencias entre ambos partidos en el resto de cuestiones no son tan grandes y los únicos puntos de discordias se basan en el problema nacionalista y la violencia. Podemos aún tiene recorrido en el panorama nacional y no puede permitirse un discurso demasiado extremista sino quiere perder un buen puñado de votos.
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