Río de Janeiro, 11 ene.- La policía de Río de Janeiro maneja el suicidio como "principal línea de investigación" sobre las causas de la muerte del artista chileno Jorge Selarón, informó hoy la División de Homicidios de la Policía Civil.
El artista es el autor de las escaleras Selarón, uno de los rincones icónicos de Río de Janeiro, en cuyos peldaños fue hallado muerto en la mañana de ayer.
En rueda de prensa, la responsable policial Renata Araújo precisó que hasta ocho testigos fueron escuchados sobre el caso, incluido un antiguo ayudante del artista, Paulo Sérgio Rabello, a quien Selarón había denunciado como presunto autor de amenazas.
Durante la declaración, Rabello explicó que estaba en su casa a la hora del suceso y reconoció haber discutido con Selarón, pero negó haberlo amenazado.
Según la investigación realizada, la causa de la muerte fue la carbonización, sin que se haya detectado ninguna otra lesión.
Las investigaciones revelan que el material inflamable fue vertido de arriba abajo, hecho compatible con la posibilidad de que la propia víctima se hubiera extendido el producto.
El cadáver presentaba señales de quemaduras y junto al cuerpo se encontró una lata de disolvente, según confirmaron las autoridades.
Araújo también informó de que serán interrogados más testigos en los próximos días.
El cadáver del artista permanece en el depósito del Instituto de Medicina Legal, confirmó a Efe una fuente policial.
Selarón se instaló en Río de Janeiro en 1983 y siete años más tarde, por iniciativa propia, comenzó a decorar con azulejos de colores vivos las escaleras de la calle Manoel Carneiro, que une los barrios de Lapa y Santa Teresa, considerados como los dos más bohemios de la ciudad.
La obra de Selarón se ha convertido en uno de los principales lugares turísticos de Río de Janeiro y es considerada un patrimonio de la ciudad desde 2005.
El artista chileno sustituía a menudo muchos de los azulejos que decoran los 215 peldaños de la escalera y, con el tiempo, fue incorporando piezas cerámicas procedentes de ciudades de todo el mundo que él mismo fue comprando en sus viajes o que regalaron los turistas que visitaban las escaleras.
El chileno solía entablar conversación con los turistas a diario en la escalera, donde fijó su residencia y su taller de cerámica, en el que vendía azulejos y cuadros.
Además de las escaleras, Selarón decoró otras paredes y suelos en el barrio de Lapa con sus cerámicas de colores, en las que se caricaturizaba a sí mismo, siempre con un característico bigote exuberante y una barriga prominente.
El diario O Globo publicó ayer una entrevista con Selarón en la que este denunció que desde el pasado noviembre recibía amenazas de muerte por parte de su colaborador Paulo Sergio Rabello.
Amigos del artista, que no se han identificado, aseguraron ayer que Selarón estaba deprimido desde que comenzó a recibir las amenazas de su colaborador, que le pedía más dinero de la venta de los cuadros realizados en el taller, según la entrevista concedida a O Globo.
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