Policía se disculpa por ataque que desató los disturbios de Brixton en 1985

  • La Policía Metropolitana de Londres (MET o Scotland Yard) se disculpó hoy públicamente por el ataque contra una mujer negra que en 1985 desató una oleada de disturbios en el deprimido barrio londinense de Brixton.

Londres, 10 jul.- La Policía Metropolitana de Londres (MET o Scotland Yard) se disculpó hoy públicamente por el ataque contra una mujer negra que en 1985 desató una oleada de disturbios en el deprimido barrio londinense de Brixton.

El comisario de la MET, Bernard Hogan-Howe, pidió perdón "sin reservas" a la familia de Dorothy Groce, conocida como Cherry, que quedó paralítica tras ser alcanzada por disparos de los agentes durante una redada en su casa en busca de uno de sus hijos, a quien consideraron erróneamente sospechoso.

La MET reconoció su responsabilidad, pasados 29 años, después de que una investigación judicial forense reclamada por los familiares de Groce determinara hoy que la Policía cometió "errores increíbles" en esa infame redada.

Los parientes de la víctima solo pudieron solicitar esa pesquisa judicial al autorizar el Gobierno que se les concediera apoyo legal con fondos públicos, a raíz de una petición por internet que recabó decenas de miles de firmas.

Tras el ataque a Groce, de origen jamaicano y que murió en 2011 de fallo renal consecuencia de las heridas, se desataron en Brixton dos jornadas de disturbios y saqueos, en momentos de máxima tensión entre la Policía y la comunidad negra en ese barrio del sur de Londres.

Años antes, en 1981, ya se habían producido los primeros disturbios de Brixton, después de que el Gobierno conservador de Margaret Thatcher impulsara legislación que permitía detener a las personas arbitrariamente, sin sospecha de actividad criminal, lo que minó las relaciones con la población negra, especialmente perjudicada por la medida.

Tras conocer el veredicto del jurado del tribunal forense, que concluyó que la Policía cometió con Groce numerosos errores graves de planificación y señaló además que la redada fue innecesaria, su hijo Lawrence Lee, que con 11 años presenció el ataque, agradeció que finalmente se sepa la verdad.

"Siempre he sabido que lo que ocurrió ese día estuvo mal y ahora siento que por fin hemos oído la verdad", afirmó.

"Espero que la Policía aprenda lecciones valiosas en términos de transparencia y responsabilidad", dijo, y lamentó que hayan tenido que luchar durante 29 años para obtener respuestas que las fuerzas de seguridad "siempre supieron".

En su intervención, el actual comisario de la MET se disculpó "por el inexcusable hecho" de que la familia haya tenido que esperar tanto por la disculpa, lo que significa que la afectada, fallecida a los 63 años, "ya no está aquí".

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