Polonia, en la encrucijada energética

  • Polonia es el mayor productor de carbón de la Unión Europea, pero la falta de inversiones y la presión europea para producir energías limpias está obligando al país a replantearse su modelo energético poco a poco.
Polonia forzada a abandonar la producción de carbón
Polonia forzada a abandonar la producción de carbón
Peter Andrews | Reuters
Jan Cienski | Global Post para lainformacion.com
Jan Cienski | Global Post para lainformacion.com

(Katowice, Polonia). Dióxido de carbono y calentamiento global tienen un significado totalmente distinto cuando más del 90 por ciento de la electricidad que se consume proviene del carbón.Esa es la razón por la que Polonia se ha convertido en líder de una coalición de países con térmicas de carbón decididos a asegurarse de que los costes de su reducción de emisiones de CO2 son compartidos de forma justa entre los países ricos y los que están en vías de desarrollo.

La disputa más reciente gira en torno a la propuesta de la Unión Europea de repartir el trago de la reducción de emisiones, a fin de que los países más pobres hagan lo mismo con su recorte de gases de efecto invernadero. Polonia insiste en que cualquier ayuda que se otorgue a los países más pobres del resto del mundo debe de proceder fundamentalmente de los países más ricos de Europa.

"No creemos que los países más pobres de Europa deban ayudar a los países pobres del mundo en beneficio de los países más ricos de Europa", ha asegurado el ministro polaco de Finanzas, Jacek Rostowski.

Polonia se resiste a renunciar al carbón

El carbón es, con mucha diferencia, la principal fuente de energía del país, y no hay ninguna señal que indique que esa situación vaya a cambiar en un futuro cercano.En un plan suscrito por el gobierno en noviembre que analiza las necesidades energéticas del país hacia 2030, se constata abiertamente la importancia del carbón. "Eliminar el carbón de la cartera de fuentes de energía primarias empeoraría la seguridad energética de Polonia", asegura el documento.

El plan no hace concesión alguna a las preocupaciones medioambientales. La energía derivada del carbón caerá en 2030 del 94 por ciento actual al 60 por ciento. El resto procederá de una nueva central nuclear, energías renovables y gas. La dependencia actual de Polonia del carbón está convirtiendo al país en un creciente objetivo de los grupos ecologistas.

En los días previos a la cumbre de la Unión Europea del mes pasado, Donald Tusk, el primer ministro polaco, fue retratado como un Frankenstein verde al lado de Nicolas Sarkozy (como Drácula), Angela Merkel (un fantasma) y Gordon Brown (un brujo) en una campaña que pedía a los líderes europeos que apoyasen un paquete de ayuda al cambio climático.

Pero la presión no ha apartado a Polonia de su estrategia. El país está cambiando gradualmente hacia fuentes de energía menos contaminantes debido a la presión de la Unión Europea, comprometida en un ambicioso programa 20/20/20 (producir un 20 por ciento de la energía de la UE con renovables y un 20 por ciento de reducción en las emisiones de CO2 para el año 2020).

Pero por ahora, el carbón sigue siendo el rey.Incluso Jerzy Buzek, un ex primer ministro polaco que ahora está al frente del Parlamento Europeo, admite que esa energía no-limpia continuará desempeñando un papel clave en su país. "Nadie en la UE duda que el carbón va a seguir siendo una fuente fundamental de energía durante las próximas décadas", comentó durante una reciente visita a Polonia.

El carbón es básico para la economía polaca

Polonia es el mayor productor de carbón de Europa, produciendo en 2007 unos 84 millones de toneladas. El sector da empleo a unos 120.000 trabajadores y tiene gran influencia sobre la política del país.Cambiar hacia otras fuentes de energía es un problema, tanto en términos económicos como políticos.

Polonia necesita importar cerca del 90 por ciento del petróleo que consume y el 70 por ciento del gas natural, y la fuente de ambos suministros es Rusia. Además de que Polonia ya está incómoda por su nivel dependencia de una cada vez más imprevisible Rusia, sería políticamente imposible importar mucho más.

Pero aunque Polonia depende enormemente del carbón, el sector no recibe suficiente inversión desde hace años. El ex ministro Jerzy Markowski, que ahora trabaja como consultor en temas de carbón, calcula que Polonia tendría que invertir unos 7.000 millones de dólares para mejorar sus minas y otros 45.000 millones en la construcción de nuevas plantas energéticas.

El suministro eléctrico no está garantizado para 2030

Polonia tiene el menor uso per cápita de electricidad de la UE, pero se calcula que la demanda aumentará en un 50 por ciento hacia 2030, lo que significará que el país se enfrenta a posibles cortes de suministro a no ser que se empiecen a hacer ya importantes inversiones en materia energética.

"Si no fuese por la crisis económica ya tendríamos déficit", afirma Markowski.Aunque Polonia es mucho más eficiente energéticamente que durante el periodo comunista, cuando se desperdiciaban enormes cantidades de luz, todavía consume casi el doble por unidad de salida que el promedio de la UE.

En la actualidad, el sector del carbón invierte unos 350 millones de dólares en las minas, lo que es suficiente para su mantenimiento, pero no para expandir su producción. "Tengo que admitir que las inversiones deberían ser mayores de lo que son actualmente", ha dicho Miroslaw Kugiel, presidente de Kompania Weglowa, la mayor extractora de carbón de Europa.

El problema de las empresas del carbón de Polonia es que los bancos se muestran reacios a prestarles dinero, porque el sector ha tenido enormes dificultades para lograr ganancias estables en el pasado. Además, el gobierno también está limitado por las leyes de la UE, que regulan las ayudas estatales a las industrias. Una opción sobre la mesa sería la privatización, que ya está en marcha en el sector de la generación de energía, pero que todavía se percibe como un sacrilegio en lo que se refiere al carbón.

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