Hasta el momento no se señaló ninguna víctima pero más de 9.000 personas tuvieron que abandonar sus viviendas, explicaron los responsables de la seguridad civil.
Probablemente sean seguidas por numerosos habitantes a medida que avance el tifón a través de Luzón, la isla principal del archipiélago, a lo largo de los próximos días.
La tempestad se centraba en la ciudad costera de Casiguran y alrededores con vientos que alcanzaron 210 km/h y lluvias torrenciales.
El tifón llevaba horas prácticamente estacionario después de tocar tierra en la región poco antes del amanecer, explicaron los servicios meteorológicos.
"Es probable que el diluvio se prolongue varios días", declaró a la AFP la especialista de previsiones Gladys Saludes. Koppu deberían seguir hasta el martes en Luzón, donde viven la mitad de los 100 millones de filipinos.
Más de 8.000 personas se refugiaron en centros de evacuación en Casiguran, ciudad situada a unos 270 km al noreste de Manila, contó Nigel Lontoc, subdirector de la seguridad civil regional.
"Koppu arrancó los tejados más livianos. Los ríos se desbordaron y las carreteras de acceso están cortadas por postes y árboles caídos", añadió. La zona permanece cortada del resto del archipiélago, sin corriente ni comunicaciones.
En imágenes difundidas por la televisión ABS-CBN, se podía ver un hospital que había perdido el tejado en la capital provincial Baler, que atrae a surfistas de todo el mundo.
Una competición de surf prevista el fin de semana fue anulada y los 2.000 participantes recibieron la orden de permanecer a resguardo.
Más al oeste, más allá de la cordillera de Sierra Madre, cerca de 800 personas fueron evacuadas de la localidad agrícola de Bongabon, añadió el subdirector.
El director del Consejo Nacional para la Reducción de Riesgos, Alexander Pama, señaló corrimientos de tierras e inundaciones en la isla de Luzón.
Con el mar desencadenado, se suspendieron los ferrys y 30 vuelos fueron anulados, dos de ellos internacionales.
"Debo decir que esto es sólo el principio. La gente debe permanecer vigilante", advirtió Alexander Pama.
El tifón se desplaza a un ritmo extremadamente lento, señalaron los servicios meteorológicos, lo que aumenta el peligro de inundaciones y deslizamientos de tierras. Los servicios advirtieron asimismo contra el riesgo de olas gigantes.
Filipinas, país en desarrollo, sufre unos 20 tifones al año por término medio.
El archipiélago de 1.700 islas es con frecuencia la primera masa terrestre de talla que se encuentran los tifones formados en el océano Pacífico y los científicos estiman que la virulencia de las tempestades de los últimos años es imputable al cambio climático.
En noviembre de 2013, le supertifón Haiyan arrasó localidades enteras en el centro del archipiélago y dejó más de 7.350 muertos o desaparecidos.
cecil/ev/dar/jmr.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios