Privan a una familia del uso de su vivienda por molestar y agredir a vecinos

  • Un Juzgado de Santander ha privado a una familia del uso de su vivienda durante tres años por su actividad molesta e incívica, ya que insultaba, amenazaba y agredía a sus vecinos en un edificio de esta ciudad.

Santander, 21 jul.- Un Juzgado de Santander ha privado a una familia del uso de su vivienda durante tres años por su actividad molesta e incívica, ya que insultaba, amenazaba y agredía a sus vecinos en un edificio de esta ciudad.

La comunidad de propietarios pidió que se condenara a los tres acusados -un matrimonio y su hijo- a no poder utilizar su vivienda de la calle Castilla, de Santander, durante tres años.

Los vecinos denunciaron a estas tres personas por realizar actividades molestas, dañosas e insalubres, por amenazarlos, gritar y propinar golpes sobre las paredes y techos a altas horas de la madrugada, y provocar además malos olores.

La sentencia -contra la que cabe recurso- explica que constan 22 actuaciones policiales respecto a esta familia, casi todas ellas "por graves disturbios" ocasionados por estas personas en su vivienda.

Agrega que estos incidentes obligaron a los vecinos a requerir la presencia policial "ante las constantes molestias", como música en tono elevado o amenazas.

Además, se indica que hay denuncias por falta de salubridad en la vivienda, suciedad acumulada e, incluso, excrementos diseminados por la casa.

Se les imputan amenazas, insultos y agresiones a los vecinos, incluso mediante el uso de un cuchillo "de grandes dimensiones".

El juez considera que está "plenamente acreditado" que los ruidos y las actividades molestas al resto de vecinos se produjeron en la vivienda de la familia denunciada y en las partes comunes.

E indica que son "de gravedad" e "intensidad" suficiente para considerar que, "de forma indudable", perturban "la normal y pacífica convivencia".

Agrega que los demandados han tenido una conducta "altanera", "pendenciera", "insultante" y "de manifiesta hostilidad" frente a sus vecinos, "con desprecio del más elemental respeto que exige la convivencia social" en una propiedad horizontal.

También dice el juez que el auto de medidas cautelares contra esta familia, lejos de "amedrentarla", provocó "un aumento en su conducta incívica" y de la "agresividad" hacia los demás.

"Escalada en su actitud molesta y agresiva que no puede conjurarse sino con la privación del uso de su vivienda durante el período máximo que prevé la ley de propiedad horizontal, que es de tres años", razona el magistrado en su fallo.

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