Proyecto hombre alerta del aumento de atracones de alcohol entre adolescentes


Sólo el 3,9% de los jóvenes y adolescentes atendidos el año pasado por Proyecto Hombre acudieron a la asociación por culpa del alcohol, una sustancia que, sin embargo, consumen cerca del 90% de los usuarios de esta entidad y que resulta "problemática" para el 56,64% de ellos al ingerirla de forma compulsiva.
Es lo que se empieza a conocer como 'bringe drinking', un fenómeno que consiste en emborracharse de la forma más rápida posible y que ni jóvenes ni padres parecen percibir como peligroso, a pesar de su incremento entre los adolescentes.
Así lo explicó este miércoles en rueda de prensa Luis Manuel Flórez, presidente de la Asociación Proyecto Hombre, que hoy inicia en Madrid sus XIV jornadas sobre alcohol y juventud.
En su intervención, Flórez subrayó la importancia que, a su parecer, tiene el hecho de que aumente la ingesta abusiva o intensiva de alcohol entre los adolescentes y de que sea algo que ni a ellos ni a sus padres parezca preocupar.
Generalmente, abundó el director del Centro de Formación y Estudios de Proyecto Hombre, Antonio Jesús Molina, si los padres detectan que su hijo ha fumado un porro, "tardan un día en venir a la asociación", pero si ven que llega a casa borracho, "con suerte, le dirán algo".
Aseguraron estos especialistas que los progenitores asumen cada vez más las borracheras de sus hijos adolescentes como algo normal, que forma parte de esa etapa vital, cuando, ciertamente, beber está institucionalizado en una sociedad como la española y más aún entre los jóvenes, pero no de la forma que se está haciendo ahora.
Esta forma abusiva o compulsiva consiste, según estos expertos de Proyecto Hombre, en consumir mucho alcohol en un espacio corto de tiempo para emborracharse lo antes posible. Va, aclararon, más allá de una simple borrachera y termina, en muchas ocasiones, en comas etílicos.
El fenómeno, prosiguió el director de la entidad, está cambiando el sentido del consumo de alcohol entre los jóvenes, que si antes perseguía sobre todo fines de relación o socialización, ahora se quedan en el atracón o consecución rápida de la borrachera.
PERFIL
En función de los datos ofrecidos hoy por Proyecto Hombre, el año pasado iniciaron algún programa específico para jóvenes en la entidad un total de 1.143 adolescentes, de los que el 84% eran hombres, con una edad media de 17 años.
La mayor parte de los usuarios jóvenes que pasaron por la asociación en 2011 tenían, según sus dirigentes, un perfil "normalizado", ya que el 91,3% vivían con ambos padres o con un progenitor y el 75,2% estaban ocupados (trabajaban, estudiaban o hacían ambas cosas).
El porcentaje medio de adolescentes policonsumidores en los centros Proyecto Hombre fue el año pasado de 62,4%, lo que supone un descenso con respecto a 2010, cuando la cifra se situó en el 76,5%.
La sustancia principal por la que las familias demandaron tratamiento el pasado año fue el cannabis, con un 79,5%, seguida de la cocaína, con un 9,5%, y del alcohol, con un 3,9%.
A este respecto, Flórez aclaró que la demanda de ayuda por ingesta de alcohol se mantuvo en 2011 en los mismos niveles de 2010, si bien aumentaron los casos en los que el consumo de esta sustancia estaba en la base de otros problemas no reconocidos por afectados ni familiares.
Para analizar estos y otros aspectos relacionados con el consumo de alcohol entre jóvenes y adolescentes, cerca de 200 profesionales participarán desde hoy hasta el viernes, día 25, en conferencias, seminarios prácticos y mesas de experiencias, dentro de las XIV jornadas de Proyecto Hombre, tituladas 'Jóvenes y alcohol: enfocando una realidad'.

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