Psiquiatra: Si cantáramos cada día habría menos personas en los hospitales

  • Héctor Fiorini, experto internacional argentino en terapias creativas, ha opinado en una entrevista con EFE que probablemente si la gente cantara una canción cada día habría menos personas en los hospitales y en las consultas de los psicoanalistas.

Vitoria, 11 jul.- Héctor Fiorini, experto internacional argentino en terapias creativas, ha opinado en una entrevista con EFE que probablemente si la gente cantara una canción cada día habría menos personas en los hospitales y en las consultas de los psicoanalistas.

Fiorini, presidente de honor del último congreso de psiquiatría de Argentina celebrado en abril y al que acudieron 5.000 psiquiatras, ha explicado que el uso terapéutico de la música, la danza o el teatro "permite abrir espacios de libertad, de espontaneidad y de asombro a los que una mente enferma no puede acceder porque siente que la vida es una repetición tediosa y monótona".

Las terapias creativas han empezado a usarse para tratar enfermedades "duras" y "difíciles" de abordar como el autismo, las alteraciones del coeficiente intelectual de niños o en trastornos neurológicos en personas de edad avanzada.

A través de ellas se están logrando mejorías "que la medicina común no consigue" pero también se están mostrando eficaces en las llamadas enfermedades psicosomáticas, que se producen cuando la mente "no es capaz de dar salida a las emociones", lo que provoca por ejemplo problemas en la piel, ha explicado.

En este tipo de trastornos, las pastillas "logran menos" que una terapia con recursos musicales, pintura o danza, y ha asegurado que mediante el uso de estas herramientas se puede llegar a reducir la inflamación de un intestino, un estómago o un hígado.

Pero además de ayudar a recuperar la salud, estas terapias tienen un carácter preventivo, según Fiorini, que ha considerado que si su uso fuera más extendido, seguramente habría menos personas en los hospitales o en las consultas de los psicólogos y psicoanalistas.

No obstante, ha indicado que la actividad creadora no sólo depende de la iniciativa individual de cada uno sino de la sociedad porque si ésta "no va hacia caminos de salud social, es difícil que uno solo pueda recrear su vida".

En este sentido, ha advertido de que la preocupación por la salud mental debería ser un tema de ámbito político y económico porque "es la política la que determina hacia dónde se conducen las sociedades", y la tendencia al consumo y a la sobrevaloración del dinero son un freno a la creatividad.

Ha opinado que todas las personas tienen capacidad creadora pero ha incidido en la importancia de crear culturas que estimulen esta potencialidad y la pongan de manifiesto.

"La capacidad creadora es sinónimo de alegría y de salud y si no está activada, eso favorece la actitud enferma y depresiva", ha apuntado.

Asimismo, ha afirmado que la ciencia del futuro tendrá que aprender del arte porque "no hay verdades generales que se apliquen por igual y en todas las circunstancias".

Respecto a la crisis económica y financiera actual, ha considerado que "puede ser una oportunidad para la salud mental y la salud en general de la sociedad" porque puede servir "para cuestionar los malos caminos y llevar a la invención de nuevos".

Por último, ha señalado que las terapias creativas han hecho tambalearse a un psicoanálisis que se encierra en el uso de las palabras pero ha contribuido a enriquecer a un psicoanálisis más abierto a otros lenguajes.

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