Pyongyang rechaza dialogar con Seúl sobre el complejo intercoreano de Kaesong

  • Corea del Norte ha rechazado la propuesta del Sur para debatir la internacionalización del complejo industrial de Kaesong, el día en que se cumple un año de la reapertura del único proyecto conjunto en vigor, informó hoy Seúl.

Seúl, 16 sep.- Corea del Norte ha rechazado la propuesta del Sur para debatir la internacionalización del complejo industrial de Kaesong, el día en que se cumple un año de la reapertura del único proyecto conjunto en vigor, informó hoy Seúl.

El régimen de Kim Jong-un aseguró que se niega a debatir asuntos relativos al polígono industrial en un mensaje enviado por fax, dijo a Efe una portavoz del Ministerio de Unificación de Seúl.

La respuesta llega después de que el Gobierno surcoreano reiterara su propuesta de abrir negociaciones para internacionalizar el polígono industrial.

En su mensaje Pyongyang alegó como principal motivo de la decisión "el continuo lanzamiento de panfletos" desde el extremo noroccidental de Corea del Sur hacia la fronteriza localidad de Kaesong en el Norte, lo que califica como "guerra psicológica".

Organizaciones civiles surcoreanas envían habitualmente globos con mensajes propagandísticos, información del exterior y regalos dirigidos a la población del país vecino ante la indiferencia del Gobierno de Seúl, lo que suele desatar fuertes protestas de Pyongyang.

Hoy se cumple un año de la reapertura del complejo de Kaesong, el 16 de septiembre de 2013 tras más de cinco meses de cierre en lo que fue una de las mayores crisis entre ambos vecinos desde la Guerra de Corea (1950-53).

En la víspera de este aniversario Corea del Sur aprovechó para pedir a su vecino debatir la "globalización" del parque industrial, al creer que la entrada de empresas extranjeras evitaría una nueva clausura unilateral por parte del imprevisible régimen comunista.

Kaesong, un proyecto iniciado durante la etapa de buenas relaciones bilaterales de la década del año 2000, alberga a 125 empresas surcoreanas que fabrican productos aprovechando la mano de obra barata de los empleados de Corea del Norte, cuyos sueldos apenas superan los 100 dólares (77 euros) al mes.

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