"¿Qué fue de Jorge Sanz?", se pregunta el propio actor junto a David Trueba

Madrid.- El actor Jorge Sanz pasa una mala racha económica y para conseguir un crédito se acuesta con la directora de su sucursal bancaria; lo primero es cierto, lo segundo no, pero todo forma parte de la serie "¿Qué fue de Jorge Sanz", con la que David Trueba ha querido hacer "una metáfora de la propia vida".

Canal + estrena mañana (21:15 horas) esta ficción basada en hechos reales que retrata la vida de un actor que, rebasados los 40 años y con sus mejores momentos profesionales algo lejanos, lucha por mantenerse a flote en una profesión tan competitiva.

"¿Qué fue de Jorge Sanz? es una pregunta que me hago todas las mañanas", dice el actor echando mano del humor, el mismo con el que luchó por llevar a buen puerto un proyecto que le brindó su amigo David Trueba, quien cuando le pidieron ideas para una serie, le dijo que el mejor personaje que podría interpretar sería el de sí mismo.

"El mundo de los actores es así, con continuos altibajos", explica en entrevista con Efe quien primero fue niño prodigio ("Valentina", "Conan el Bárbaro"), después galán romántico ("Amantes"), luego galán cómico ("Sin vergüenza") y ahora aspira a convertirse en un actor "característico, por lo de carácter", apunta.

Los límites entre la realidad y la ficción en la serie con la que David Trueba debuta en el género no están nada claros, algo que el director ha preferido así. "Me gusta que el público se haga esa pregunta, pero no resolverla; creo que es más importante la emoción que el proceso por el cual la logras", explica a Efe.

Trueba, inspirándose en películas como "¿Qué fue de Baby Jane?" o "El rey de la comedia", ha querido dotar a su serie de una sensación de "tensa veracidad", dándole un barniz de sátira que recuerda a la de su amigo Rafael Azcona, el guionista de referencia del cine español.

"Azcona decía que no era humorista, sino que reflejaba la realidad, y yo he querido hacer algo parecido, mostrar lo dura que es la vida y que a pesar de todo el público se ría", explica Trueba, para quien Jorge Sanz es el ejemplo perfecto para explorar "las consecuencias de una vida pública y del arquetipo social que se tiene de un actor famoso".

El actor explica que los hechos reales de su vida se han exagerado en la serie "de tal forma que el público se dará cuenta" de lo que es real o inventado, y pone un ejemplo: "Hay un capítulo en el que no tengo un duro; eso está basado en la realidad, pero nunca he intentado acostarme con la directora de un banco para conseguir un crédito".

El actor añade que ha encontrado una forma excelente para reírse de sí mismo "y de lo que la gente piensa de ti" mediante una "comedia inteligente", a la que se han apuntado amigos como Santiago Segura y Antonio Resines, que han caído también en la "tentación" de hacer de sí mismos en "¿Qué fue de Jorge Sanz?".

Sanz reconoce que el proyecto conllevaba sus riesgos, porque habla de "temas sensibles" y juega con la imagen que el público tiene de un actor famoso, aunque una vez decidido a hacerlo, "acordamos pisar el acelerador, y ya que nos tirábamos a la piscina, intentamos al menos dar una voltereta".

Para ello contaba con el gran nivel de "confianza y amistad" que mantiene con Trueba desde que ambos tenían 20 años; con él ha trabajado codo con codo en una serie que le ha dado al actor "una satisfacción infinita, mucha más que cualquier otro proyecto".

Y es que Sanz recuerda que en sus 30 años de carrera "no ha parado de trabajar", entre otras cosas porque tiene "una vida y una familia que mantener".

Eso sí, no a cualquier precio; recientemente ha rechazado una serie de televisión porque no le garantizaban "unos mínimos: no trabajar más de 12 horas al día y tener los guiones con 12 horas de antelación".

Sanz se ve de "una generación de actores anterior" a la que le correspondería por edad; "era el niño que trabajaba junto a Agustín González, Fernando Fernán Gómez y López Vázquez, y de ellos aprendí el oficio, saber que esto va por rachas y que se trata de hacer una carrera de fondo".

Últimamente se ha dedicado también al teatro, "un mundo que había practicado poco", y está muy ilusionado con un proyecto que se concretará en febrero próximo, "una obra clásica con un reparto de lujo".

Manuel Carretero