Un vizcaíno jubilado, posible víctima del macabro hallazgo del cráneo en una caja

Macabro hallazgo en Castro Urdiales
Macabro hallazgo en Castro Urdiales
EFE

Un vizcaínio de 67 años desaparecía el pasado 11 de abril en Castro Urdiales. Empleado de banca ya jubilado, cuando fue visto por última vez llevaba viviendo cerca de siete años con su nueva pareja después de separarse de su anterior mujer. Fue ella misma quien denunció su desaparición. Los vecinos, que le recuerdan como una persona "agradable y simpática", volvían a hablar de él este lunes después de un macabro hallazgo que tiene en vilo a los vecinos de la calle Padre Basabe de la localidad cántabra. Al más puro estilo final de 'Seven', allí vive la mujer que guardó una caja a una amiga y, al abrirla, descubrió que dentro había un cráneo humano.

María del Carmen M.G., actual pareja del hombre desaparecido, ha sido detenida después del escabroso hallazgo. Ella fue la que llevó hasta la calle Santa Ana una caja precintada para que su amiga se la guardara. No quería que los agentes de la Guardia Civil la descubrieran. Iban a su vivienda con motivo de la investigación sobre la desaparición de Jesús María B.R. ¿Y por qué no podía guardarla ella? Aseguró a su amiga que le daba vergüenza que encontraran sus juguetes eróticos. La mujer no dudó en custodiarla pero, meses después y cansada del hedor que desprendía, decidió abrirla la madrugada del pasado sábado según recoge Efe. En ese momento sufrió una crisis de ansiedad. Ahí empieza un macabro suceso del que se ha hecho cargo el Juzgado de Instrucción número 2 de Castro Urdiales, que se encontraba de guardia cuando sucedieron los hechos. El mismo sábado incoó diligencias y declaró el secreto de las actuaciones.

Hacía ocho años que Jesús y Carmen eran pareja. La ahora detenida y el hombre desaparecido, y al que puede pertenecer el cráneo encontrado, eran una pareja "normal". Los vecinos empezaron a echarle de menos, pero ninguno llegó a plantearse un final así. Y mucho menos que hubiera sido asesinado. Y menos aún que su cabeza pudiera aparecer meses después en una caja a unos kilómetros de su vivienda.

De confirmarlo las pruebas de ADN, la mujer tendrá que responder a varias preguntas ante los agentes de la Guardia Civil. La amiga que recibió el paquete ya lo hizo la madrugada del pasado sábado y puso en el centro de la investigación a esta mujer de 61 años y nacida en Utrera (Sevilla), y de la que ahora se ha sabido, según la agencia EFE, que tiene antecedentes por dos estafas cometidas en los últimos años. Una de ellas en Vigo en 2013, y la segunda, más reciente, de 2017. En este último caso, primero entró en casa de su tía y la pareja  de ésta y se hizo con documentación bancaria y 300 euros y, más tarde, una vez que esa pareja se rompió y ella se fue a vivir con su tía a Cádiz, estafaron al hombre 6.600 euros.

Una vecina de la localidad, Mercedes, recuerda ante las cámaras de Europa Press como la ahora detenida iba a su bar a comer o cenar "y se mostraban completamente normal". Y acudía en algunas ocasiones con su hermana y acompañadas de la mujer que encontró la cabeza. Nada hacía indicar "que iba a suceder en algún momento algo así". 

En declaraciones a 'Espejo Público', una vecina de la mujer que abrió la caja relata cómo el fuerte olor llegaba en algunas ocasiones al descansillo. Relata horrorizada cómo durante días ha estado conviviendo con algo así al lado de su piso. "Creía que podía ser olor a basura", dice, antes de añadir que en un principio no le daba mucha importancia, "porque soy un poco especial con los olores". 

Mostrar comentarios