Ralf Köening reinventa en viñetas el Diluvio Universal

  • Madrid.- Noé es un insurgente dispuesto a destruir el mundo, Dios se ha jubilado y en Sodoma y Gomorra vive "gente muy rara". Esa es la disparatada visión del Diluvio Universal que el dibujante y escritor alemán Ralf Köening propone en "Arquetipo", su nueva novela gráfica.

Ralf Köening reinventa en viñetas el Diluvio Universal
Ralf Köening reinventa en viñetas el Diluvio Universal

Madrid.- Noé es un insurgente dispuesto a destruir el mundo, Dios se ha jubilado y en Sodoma y Gomorra vive "gente muy rara". Esa es la disparatada visión del Diluvio Universal que el dibujante y escritor alemán Ralf Köening propone en "Arquetipo", su nueva novela gráfica.

El afamado autor ha explicado a Efe que el desafío de "Arquetipo", que Ediciones La Cúpula acaba de publicar en español, está en "envolver la crítica a las sagradas escrituras con humor, para que estos textos absurdos se descubran solos".

"Espero que la novela resulte más cómica que crítica, lo cierto es que la comedia y la religión siempre se han llevando muy bien, por lo menos para los cómicos" ha destacado el dibujante alemán.

Ralf Köening saltó a la fama con su novela "El condón asesino" y se ha caracterizado por retratar personajes alocados que se ven envueltos en continuos enredos, y por presentar una sexualidad abierta, sin prejuicios, en la que se retratan relaciones de pareja homosexuales y hay una crítica irónica a la sociedad tradicional.

"Arquetipo" supone la segunda parte de una trilogía sobre el Antiguo Testamento que comenzó con "Prototipo", dedicada al Génesis.

El autor alemán está ahora trabajando en la tercera parte de la historia, que se centrará en la figura del apóstol San Pablo y su estancia en Atenas.

"No me gusta San Pablo, todos los fundamentalistas cristianos basan su rechazo hacia el deseo y el cuerpo, y sobre todo hacia la homosexualidad, en frases procedentes de las Epístolas Paulinas", ha asegurado Köening.

El autor, que se declara agnóstico, afirma que esta revisión a textos religiosos surge porque está "en contra" de que las historias "que unos cabreros escribieron hace miles de años" sean "la base de nuestra moral".

"Nosotros tenemos los Derechos Humanos, que son más claros que los diez mandamientos", ha resaltado.

Ralf Köening, que al comienzo de su carrera fue clasificado como un escritor para el público homosexual, atribuye su actual éxito entre el público heterosexual a que "muchas veces lo gracioso es vernos desde un punto de vista diferente".

También afirma que las mujeres "se divierten" al leer cómo los hombres tratan el tema del sexo entre sí, "sin la lucha de sexos".

Köening afirma haber dejado un poco de lado el "tema gay" después de haberlo tratado mucho en treinta años.

"Me interesa el sexo porque soy un marrano, pero en los cómics me interesan las expectativas de antes, las decepciones de después, las averías en medio y todas las cosas absurdas que hay que hacer para tener sexo", explica.

En un momento en el que el cómic triunfa convertido en novela gráfica de carácter serio y realista, Köening no parece interesado en abandonar la comedia.

"Sí me interesa contar historias que sondeen partes más serias de mi vida, pero con el mismo tono, voy a cumplir 50 años y me han pasado muchas cosas. Obviamente historias que sólo sean divertidas me interesan cada vez menos", señala.

A pesar de haber tenido problemas de censura en Alemania en los años noventa -sus obras fueron retiradas de algunas librerías por la policía sin estar prohibidas-, Ralf Köening se toma las críticas con humor.

"Ahora voy a tener algún escándalo con los religiosos, pero ellos también se tendrán que aguantar", afirma.

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