Recolectores siguen en huelga y la basura se acumula en la capital chilena

  • La basura se acumula por toneladas en algunos sectores de Santiago de Chile, de 6,2 millones de habitantes, luego de que los recolectores no llegaran a un acuerdo con las autoridades para terminar una huelga en demanda de mejoras salariales, informaron hoy líderes de la protesta.

Santiago de Chile, 30 jul.- La basura se acumula por toneladas en algunos sectores de Santiago de Chile, de 6,2 millones de habitantes, luego de que los recolectores no llegaran a un acuerdo con las autoridades para terminar una huelga en demanda de mejoras salariales, informaron hoy líderes de la protesta.

"Nos cambiaran las reglas del juego", señaló el presidente del gremio, Armando Soto, quien dio por quebrada la mesa de negociación que intentaba poner fin al paro que este martes cumple su segundo día.

Soto dijo que la reunión, en las que participaron los representantes de la Federación de Trabajadores de Aseo, Jardines y Rellenos Sanitarios (Fenasinaj), la Asociación Chilena de Municipalidades (AChM) y el ministro del Trabajo, Juan Carlos Jobet, duró menos de 60 minutos.

"Déjeme tranquilizarme. Vamos a ir a la Central Única de Trabajadores (CUT). Nos están desafiando, nos están amenazando", espetó Soto, tras enterarse de que el ministro de Salud, Jaime Mañalich, no descartaba la aplicación del uso de la fuerza para abrir los vertederos.

El enojo del dirigente gremial también respondía a que el ministro Jobet se presentó a la reunión como mediador y no como actor que debe buscar la solución a la movilización iniciada el lunes y que tiene carácter indefinido.

El ministro Mañalich anunció hoy que se instruirán sumarios contra los alcaldes de aquellos municipios santiaguinos donde no se está recolectando la basura, debido al riesgo sanitario que implica la acumulación de desechos para la población.

"El ministerio de Salud va a cumplir con las obligaciones que tiene encomendadas por ley y no vamos a permitir de ninguna manera que esta situación se traduzca en riesgo de salud para los ciudadanos", enfatizó el funcionario.

Además, Mañalich no descartó la aplicación del uso de la fuerza para abrir los vertederos y señaló que desde este miércoles el retiro de desechos podría ser realizado por otras agencias.

En tanto, el presidente de la Asociación chilena de Municipios, Santiago Rebolledo, dijo a los periodistas que han solicitado al Intendente (gobernador) José Antonio Peribonio decretar en la capital chilena "alerta sanitaria".

"Ello permitiría, dijo, tener facultades extraordinarias para que la secretaría regional ministerial de Salud resuelva en el breve plazo dónde se dispone la basura que los municipios están recolectando, porque es una facultad exclusiva de ellos", precisó.

Explicó que varios municipios han dejado la basura en lugares temporales, debido a que los lugares de acopio están bloqueados por los recolectores en huelga.

En opinión de Rebolledo, la primera palabra la tiene el Ejecutivo, desde la solución de la medida de fuerza hasta la declaración de alerta sanitaria "ya que el aumento de sueldo que piden los recolectores es equivalente a más de 50.000 millones de pesos mensuales (unos 98.03 millones de dólares)".

La huelga, que también afecta a otras ciudades de Chile, implica a unos 34.000 recolectores, que en su mayoría trabajan para empresas privadas a las que los municipios han entregado en concesión el retiro y manejo de la basura y que ahora exigen la intervención del Gobierno para satisfacer sus demandas de mejoras salariales.

El gremio pide aumentar los salarios de los conductores de camiones de 400.000 a 700.000 pesos mensuales (unos 800 a 1.400 dólares), de 440 a 950 dólares los de los auxiliares y de 386 a 600 dólares los de los barrenderos.

Los trabajadores también piden una reducción de sus horarios de trabajo, que en promedio son de doce horas diarias.

En tanto, las empresas de acopio de basura habrían entregado en las últimas horas su consentimiento al Gobierno para que las vías de acceso a sus vertederos sean desbloqueadas, aunque los trabajadores que allí se han apostado señalan que se mantendrán en el lugar aunque llegue la fuerza pública.

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