En cuanto se enteró de la tragedia Greg Zanis se puso manos a la obra. A primera hora de la mañana del pasado viernes se encerró en su garaje y comenzó a trabajar la madera. No salió hasta terminar las 12 cruces pintadas de blanco con las que quería honrar a las víctimas del tiroteo en el estreno de Batman en Aurora (Denver, EEUU).
Cuando acabó ya era de madrugada. No importaba. Las cargó en su coche y se dispuso a recorrer los más de 1.600 kilómetros que separan su casa en Sugar Grove (Illinois) del cine en el que sucedió la tragedia. Du mujer, Susan, consiguió frenarle, aunque no por mucho tiempo.
Después de asistir a la boda de un familiar, Zanis inició por fin su viaje. Condujo durante toda la noche y llegó a Aurora el domingo por la mañana. En silencio, descargó las cruces de su 'pick up' y comenzó a clavarlas frente al lugar donde James Holmes acabó con la vida de 12 inocentes a sangre fría.
Poco después, algunos ciudadanos que estaban en la zona le ayudaron a completar su homenaje a las víctimas, entre ellos Steve Hogan, alcalde de la ciudad. Hogan es un viejo conocido de Zanis, que desde 1996 recorre el país conmemorando con sus cruces hechas a mano a las víctimas de crímenes violentos.
De vuelta al origen
"Es muy duro estar de nuevo aquí", ha asegurado Greg Zanis en una entrevista a la cadena de televisión local WXYZ de Denver, en la que confesó que "aunque me parte el corazón quiero que sepan que estoy apoyándoles".
Fue precisamente en Aurora donde este carpintero jubilado inició su particular peregrinaje hace 16 años. Por aquel entonces residía en esta tranquila localidad de Colorado y la madre de Nico Contreras, un niño de sólo seis años fallecido por una bala perdida disparada durante un atraco, le pidió que fabricase una cruz para recordar a su hijo.
Zanis accedió, pero hizo dos monumentos conmemorativos: uno para Nico y otro para su suegro, asesinado sólo unos meses antes. Aquellas dos cruces iniciaron una tradición que le han llevado a recorrer en su camioneta casi medio millón de kilómetros por todo el país y que, casi dos décadas después, le ha traído de nuevo al lugar donde se inició todo.
La masacre de Columbine
Esta es la tercera visita de Zanis a Denver y sus alrededores. En 1999, sólo tres años después de abandonar la ciudad, regresó para honrar a las víctimas de la matanza del Instituto Columbine, situado a escasos 30 kilómetros del cine Century 16 de Aurora, el lugar elegido el pasado viernes por John Holmes para intentar emular la maldad del Joker, el archienemigo de Batman.
Entonces decidió plantar 15 cruces, 13 con los nombres de las víctimas y dos con los de los agresores. Aquello no sentó demasiado bien a las familias de los estudiantes que murieron a manos de Eric Harris y Dylan Klebold, que arrancaron de cuajo las cruces que horraban a los asesinos y retiraron la palabra a Zanis.
El tiempo y unas sinceras disculpas permitieron calmar los ánimos. Ahora el hombre que ha plantado más de 10.000 monumentos conmemorativos en todo Estados Unidos es uno de los personajes más queridos por los familiares de las víctimas y acude cada año a los servicios religiosos que recuerdan aquel trágico 20 de abril de hace 13 años.
Y es que, según explicó al diario local 'Rockford Registrer Star', "todavía hoy ver esas cruces ofrece a las familias una cálida sensación de confort". Por esta razón, Zanis planea seguir viajando con la cruz a cuestas allí donde pueda ayudar. No importa cuán lejos esté "el esfuerzo siempre merece la pena".
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