Una refugiada somalí seguía esta martes en estado grave tras intentar quemarse viva en Nauru, una isla del Pacífico donde Australia envía a los solicitantes de asilo, días después de la muerte de un iraní en circunstancias similares, indicó la prensa australiana.
Australia ha sido muy criticada por las organizaciones de derechos humanos por su dura política hacia los solicitantes de asilo. Su marina rechaza sistemáticamente los barcos de clandestinos y quienes logran llegar a sus costas son enviados a campos de retención en Papúa Nueva Guinea o en Nauru -un mínusculo islote del Pacífico- a la espera que se tramite su demanda de asilo.
El ministro australiano de Inmigración Peter Dutton explicó que el último incidente se produjo el lunes, pero añadió que Australia no iba a cambiar su política.
"Ninguna acción (...) conducirá al gobierno a desviarse de su política. No vamos a permitir que la gente vuelva a ahogarse en el mar" dijo a la prensa en Canberra.
Los barcos de migrantes ya no llegan a los costas australianas desde que el gobierno adopto esta política. Entre 2008 y 2013, al menos 1.200 personas murieron ahogadas intentado llegar a las costas de australianas.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios