Regresan a su país los seis mexicanos heridos en ataque militar en Egipto

Las cinco mujeres y un hombre fueron trasladados desde El Cairo en el avión presidencial que envió el lunes el gobierno de México en una misión encabezada por la canciller Claudia Ruiz Massieu y arribaron alrededor de las 07H45 locales (12H45 GMT) en una fría y nublada mañana.

En tanto, una comitiva integrada por la secretaria de Salud, Mercedes Juan, así como personal médico, ambulancias y helicópteros, los esperaban en la pista de aterrizaje del hangar presidencial del aeropuerto para su traslado a un nosocomio.

Los lesionados, cuatro de ellos en camilla y dos en silla de ruedas, estaban abrigados por una manta color café y uno de ellos se arropó además con una bandera mexicana cuando fueron sacados del avión por socorristas a través de una plataforma especial.

A su llegada, la canciller mexicana reiteró la indignación del gobierno mexicano, su demanda de una "investigación exhaustiva y transparente" y de que se otorgue una reparación a las víctimas y sus familiares.

"Que haya responsabilidades y sanciones (a los autores del ataque), que se otorgue a los sobrevivientes y deudos una indemnización conforme a derecho internacional. Estamos decididos a agotar todas las instancias disponibles para reivindicar todos los derechos de cada uno de los 14 civiles mexicanos afectados", dijo Ruiz Massieu en una rueda de prensa ofrecida en el aeropuerto.

Señaló que un consultor jurídico de la cancillería ya realiza un estudio del caso para agotar las instancias necesarias.

"Nos alegra tenerlos de nuevo en casa", escribió el presidente Enrique Peña Nieto en Twitter minutos después de que aterrizó la aeronave.

Ruiz Massieu se acercaba a conversar con los heridos que eran descendidos a la pista antes de ser llevados a helicópteros policiales rumbo al Instituto Nacional de Rehabilitación, un hospital público localizado del sur de la capital especializado en el tratamiento de quemaduras.

Los heridos "se encuentran en condiciones de salud delicadas pero estables", comentó la secretaria de Salud, al detallar que las lesiones más importantes de los repatriados son heridas por esquirlas, quemaduras, fracturas y afectaciones en vías respiratorias.

Más tarde, Peña Nieto se reunió en la residencia oficial de Los Pinos con los familiares de los ochos fallecidos, a quienes aseguró que las autoridades intentan acelerar la repatriación de los cuerpos.

Según la canciller, los fallecidos -entre quienes se encuentra un chamán, una exdiputada y una agente de modelos- serán repatriados en "los próximos días".

La secretaría de Relaciones Exteriores publicó en su portal web una alerta para turistas mexicanos en la que recomienda "reconsiderar o posponer" sus viajes a Egipto "debido a la inestabilidad política y social, así como a la amenaza de ataques terroristas o a la acción de las fuerzas armadas para enfrentarla".

El domingo, mientras se dirigían al oasis Bahariya ubicado a 350 km al suroeste de El Cairo, el convoy de 14 turistas mexicanos fue atacado por militares egipcios que los confundieron con terroristas.

El gobierno egipcio ha argumentado que los turistas se encontraban en una zona prohibida al momento del ataque, lo que es rechazado por los supervivientes.

Carmen Susana Calderón, una de las turistas heridas y esposa de Luis Barajas, quien murió en el ataque, relató a un diario mexicano que los aviones egipcios arremetieron con "saña" contra el convoy de turistas con cinco ataques aéreos que duraron tres horas en una zona del desierto donde no había forma de resguardarse.

Según Calderón, el convoy de turistas había sido detenido en dos ocasiones por autoridades que, tras revisar sus documentos, los dejaban continuar.

Los heridos repatriados son Marisela Rangel Dávalos, Colette Gagiola Insulza, Carmen Susana Calderón Gallegos, Patricia Elizabeth Velarde Calderón, Gretell Overhague Chávez y Juan Pablo García Chávez.

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