Reino Unido y Francia exigen que se levanten los sitios de ciudades sirias

  • Los embajadores de Reino Unido y Francia ante la ONU exigieron este lunes poner fin a los asedios de ciudades sirias en momentos en que un convoy de Naciones Unidas llegó al pueblo de Madaya, controlado por los rebeldes, para entregar alimentos a los residentes hambrientos.

El embajador sirio afirmó por su lado que ningún civil ha muerto de hambre en Madaya, desmintiendo a organizaciones humanitarias.

El Consejo de Seguridad inició consultas a puertas cerradas sobre este tema en Nueva York, al mismo tiempo que llegaba a Madaya, una ciudad cercana a Damasco sitiada desde hace seis meses por el ejército del presidente Bashar al Asad, un convoy con ayuda humanitaria.

El régimen acordó la semana pasada autorizar la entrega de alimentos en Madaya, que también se permitirá en otros dos pueblos sitiados y controlados por rebeldes.

"Dejar a civiles al borde de la muerte por hambre es una táctica inhumana usada por el régimen de Asad y sus aliados", dijo el embajador británico, Matthew Rycroft.

"Todos los sitios deben ser levantados para salvar vidas civiles y acercar a Siria a la paz", añadió en un comunicado.

El embajador francés, François Delattre, informó a su vez a periodistas que había pedido el inicio de la ronda de consultas, junto a España y Nueva Zelanda, "para alertar al mundo sobre las inaceptables violaciones (a los derechos humanos) y la utilización de la hambruna como arma de terror que afecta a los más vulnerables".

"Espero que el Consejo pueda enviar un mensaje unido y firme en este sentido", agregó.

La mejoría de la situación humanitaria, consideró Delattre, sólo puede facilitar una solución política del conflicto, a menos de tres semanas del comienzo de negociaciones de paz entre los sirios bajo la égida de la ONU.

"Las negociaciones inter-sirias no podrán reanudarse sin una mejoría de la suerte de los civiles", explicó el embajador francés.

El representante de Nueva Zelanda, Gerard van Bohemen, dijo a su vez que "la táctica que consiste en sitiar y hambrear es una de las características más terribles del conflicto sirio".

Cerca de 400.000 personas viven en zonas sitiadas por tropas del régimen o por grupos armados rebeldes y no pueden recibir suministros, según la ONU.

"No hubo hambruna en Madaya", declaró por su lado a la prensa el embajador sirio, Bashar Jaafari. "El gobierno sirio no lleva ni llevará a cabo una política consistente en hambrear a su propio pueblo", agregó.

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