La residencia estival pontificia de Castelgandolfo abre sus puertas al público como museo

EUROPA PRESS

Así lo ha decidido el Papa Francisco, que renunció a pasar los meses más calurosos del año en Castelgandolfo, a unos 30 kilómetros de Roma para permanecer en el Vaticano trabajando. Se trata de la tercera iniciativa de este tipo para abrir a los turistas las Villas Pontificias, de las que hicieron uso entre otros, pontífices como Urbano VIII, Alejandro VII, Inocencio XII y más recientemente el santo Juan Pablo II y el papa emérito Benedicto XVI.

Tras la apertura al público del Jardín Barberini y la inauguración, dentro del Palacio apostólico, del museo de la Galería de Retratos de los Pontífices, desde el 22 de octubre peregrinos y turistas también podrán admirar y gozar de las áreas más privadas y reservadas de la residencia pontificia.

Se trata de numerosos los espacios exclusivos del apartamento pontificio que se desvelan a los ojos de los visitantes: el dormitorio papal, la capilla privada, la biblioteca, el escritorio, a lo largo de un amplio recorrido expositivo ideado, montado y gestionado por los Museos Vaticanos.

El director de los Museos Vaticanos, Antonio Paolucci, ha comentado que la apertura al público de la exclusiva estancia donde han dormido varios papas es un "evento con un fuerte significado simbólico que representa la política pastoral del Papa".

"El Papa ha dicho: 'Para mí la Villa Pontificia de Castelgandolfo no tiene importancia; renuncio a esta regia estancia, pero quiero que este lugar cargado de historia y lleno de belleza sea regalado al pueblo", ha comentado Paolucci.

La habitación donde hasta ahora pernoctaban los papas, se convirtió durante la II Guerra Mundial en un improvisado paritorio donde nacieron varios niños tras el desembarco de las tropas estadounidenses en Anzio. "Pio XII abrió las puertas a los refugiados de guerra dándoles su protección. Y muchas de estas mujeres bautizaron a sus hijos Eugenio (porque el nombre secular del papa era Eugenio Pacelli", ha comentado.

Además, ha subrayado la "belleza" de este lugar antes estaba silenciada, pertenecía a un universo cerrado donde vivía el papa y sus colaboradores. "Ahora todo el público puede acceder", ha considerado Paolucci.

La residencia pontificia de Castelgandolfo estará abierta de lunes a viernes de 9:00 a 13:00 y los sábados desde las 9:00 hasta las 16:30. Los billetes pueden comprarse también online.

Mostrar comentarios