El cantante de Take That y su mujer, Ayda Field, acudieron recientemente al lanzamiento de la tienda insignia de Spencer Hart en el centro de Londres, donde la actriz se enamoró de inmediato del bonito reloj, una pieza adornada con diamantes de 3.5 quilates. El capricho fue tal, que el artista no dudó el comprárselo. "Al final de la noche ella no podía imaginar irse sin él, por lo que Robbie se lo compró", contó una fuente al periódico The Sun. El controvertido cantante se casó con Ayda el año pasado en una ceremonia en su casa de Los Ángeles y desde entonces reconoce haber madurado. "La vida de casado es un poco maravillosa para ser sinceros, sí, lo es. Estabilidad y felicidad. Me estoy acostumbrando a eso, tenía que pasar en algún momento. La vida se siente diferente, hay un 15 por ciento de basura que llevas a cuestas y eso desaparece. Es genial ser parte de un equipo", añadió la estrella de pop.
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