El "SIM swapping"

Así clonan la tarjeta SIM del móvil y dejan sin ahorros a las víctimas en 10 minutos

Estafa de tarjeta SIM
Estafa de tarjeta SIM

De película. La estafa del 'phising' basada en conseguir toda la información personal, contraseñas o datos de tarjetas de crédito o cuentas bancarias de las víctimas ha sido llevada al extremo por una organización criminal que engañó a un centenar de víctimas y logró de ellas un beneficio de tres millones de euros. Para ello se sirvió de esos datos obtenidos de forma ilegal y, dando un paso más, dejarles las cuentas vacías pero a través de los móviles de las víctimas, clonando la tarjeta SIM de sus terminales. Así es la estafa del "SIM swapping".

Todo empieza con el envío masivo de mails cuyo único objetivo es lograr todos los datos necesarios para obtener las contraseñas de acceso a los bancos de las víctimas. Con la estafa conocida como 'phising' se dirigían a decenas de personas que recibían un  mensaje fraudulento donde se les ofrecía un producto a precio muy rebajado o se les anunciaba una nueva condición de privacidad... cualquier excusa sirve para conseguir que se pinche en un enlace que lleva a otra página web en la que la apariencia no hace dudar al usuario pero que en realidad sirve para que se rellene un formulario cuyos datos son precisamente los que buscan los estafadores. En esta primera fase del engaño se hacían con todas las claves de las entidades bancarias de la víctima.

Una vez tendían la red de pesca luego observaban las cuentas de todas las víctimas que habían caído. De todos ellos seleccionaban a los que más dinero tenían en el banco para continuar con la estafa. Les robaron sus ahorros, pero a través del teléfono móvil de la víctima... sin robárselo. Entramos así en la segunda fase de esta estafa que consiste en hacerse un duplicado del DNI de la persona a la que iban a engañar cambiando únicamente la fotografía. Con ese documento se acercaban a la compañía de telefonía para pedir un duplicado de la tarjeta SIM. No tenían problemas para obtenerla. Tenían en su poder todos los datos personales de los que sin saberlo iban a convertirse en víctimas del SIM swapping.

Con la tarjeta ya en su poder sabían que una vez la metieran en un terminal la persona a la que estaban suplantando la identidad se quedaría sin teléfono móvil. Ese era el tiempo que tenían ellos para lograr desvalijar las cuentas corrientes. En solo diez minutos empezaban a mover el dinero. Cuando a alguien se le estropea el teléfono lo último que piensa es que la compañía lo ha cortado porque hay otra tarjeta SIM como la suya instalado en otro terminal. El tiempo máximo en el que la víctima se puede percatar es de una hora o dos. Es el periodo medio en el que las víctimas llamaron a su compañía para preocuparse por lo que estaba sucediendo con su línea. 

¿Y para qué hacerse con la tarjeta SIM si ya tenían acceso a las cuentas? Necesitaban recibir los códigos de confirmación de las transferencias fraudulentas que posteriormente realizaban. De esta manera, a cada perjudicado le sustraían de sus cuentas bancarias cantidades que iban desde los 6.000 hasta los 137.000 euros, en uno de los casos. Realizaban las transferencias fraudulentas desde las cuentas de las víctimas a cuentas de terceras personas, que les servían para canalizar el dinero. En otras ocasiones, también solicitaban préstamos preconcedidos o microcréditos a las entidades bancarias, con el fin de obtener mayor beneficio económico.

Con el fin de blanquear las ganancias ilícitas obtenidas con las estafas, los miembros de la organización habían creado un total de cinco mercantiles con varias cuentas bancarias cada una. Todas ellas presentaban el mismo objeto social y domicilio, pero sin ningún tipo de actividad mercantil. Dichas cuentas se nutrían de los ingresos en efectivo realizados por los miembros del grupo y, presuntamente, provenientes de las estafas cometidas. Posteriormente, con ese dinero pagaban las nóminas a los empleados de las mencionadas empresas -ocho en total- que habrían llegado a España desde Italia, donde eran dados de alta como trabajadores en la Seguridad Social.

De esta forma, abrían varias cuentas bancarias y luego regresaban de nuevo a Italia, lugar donde presuntamente terminaba el recorrido del dinero estafado. Eran los propios cabecillas de la organización los que se encargaban de ingresar el dinero en efectivo para luego operar directamente con las cuentas de los empleados retirando el dinero de forma presencial, o bien transfiriéndolo directamente a cuentas bancarias italianas.

Una vez identificados todos los miembros del grupo, y tras ser detectados en la ciudad de Barcelona, se estableció un dispositivo que concluyó en la localidad de Benidorm con la detención de los líderes de la organización criminal, interceptados en la salida del peaje. Tras el arresto de los cabecillas, se produjeron el resto de las detenciones. En una operación conjunta de la Guardia Civil y la Policía Nacional se han detenido a doce personas en Benidorm (5), Granada (6) y Valladolid (1). Se les acusa de los delitos de estafa continuada y agravada, usurpación de identidad, blanqueo de capitales, falsedad documental, revelación de secretos y pertenencia a organización criminal. Se han realizado dos registros en los que se han intervenido más de 20.000 euros en efectivo y una importante cantidad de joyas y relojes de alta gama, además de ordenadores y material informático.

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