Rusia sigue atacando en Siria, Obama advierte a Putin

  • Al tercer día consecutivo de ataques aéreos rusos en Siria, Barack Obama advirtió a Vladimir Putin contra una estrategia consiste en atacar a la vez a los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) y a la oposición moderado a Bashar al Asad.

Haciendo eco a las palabras de su homólogo francés François Hollande, el presidente estadounidense consideró que el enfoque actual de Moscú, que equivale a considerar que todos los opositores al régimen "son terroristas", es sinónimo de "catástrofe segura".

Los ataques aéreos de Moscú "contra la oposición moderada (siria) van a ser contraproducentes", insistió en conferencia de prensa y recalcó que Moscú apoya un régimen "rechazado por una aplastante mayoría de la población".

Desde el principio de la insurrección en Siria, reprimida brutalmente por el régimen, más de 240.000 personas han muerto y cuatro millones abandonaron el país y han generado una crisis migratoria que para Europa es la más importante desde la Segunda Guerra Mundial.

Para Obama, una cooperación con Putin en el caso sirio sigue siendo posible a condición de que reconozca la necesidad de un cambio de régimen.

Desencadenado en marzo de 2011, el conflicto en Siria, de por sí muy complejo, ha dado un nuevo giro con la implicación de Rusia, aliada histórica de Siria desde la época soviética y firme defensora del presidente Bashar al Asad, que efectúa desde el miércoles bombardeos aéreos en territorio sirio, en nombre de la "lucha contra el terrorismo".

Sin embargo, Occidente y varios países árabes sospechan que en realidad está concentrando sus ataques sobre otros opositores al régimen sirio, para fortalecer a un presidente Asad debilitado sobre el terreno.

Una coalición de unos 60 países liderada por Estados Unidos -en la que Rusia no participa- realiza bombardeos aéreos en Siria contra EI desde septiembre de 2014.

En una reunión en París, centrada en el conflicto ucraniano, el presidente Hollande y la canciller alemana Angela Merkel insistieron a Putin que la aviación rusa sólo debe atacar en Siria a los yihadistas del EI.

"Ambos insistimos en el hecho de que el enemigo que tenemos que combatir es el EI", recalcó Merkel en una conferencia de prensa conjunta con Hollande.

Los rusos no pretenden estar atacando exclusivamente al EI. Pero aseguran que muchos de sus bombardeos fueron dirigidos contra esta organización yihadista, a la que ya está atacando por aire desde hace un año una coalición dirigida por Estados Unidos, tanto en Irak como en Siria.

La noche del viernes, el Ministerio ruso de Defensa indicó que hubo seis nuevos ataques contra EI durante la jornada, en las provincias de Idleb (noroeste) y Hama (centro).

Una fuente de la seguridad, presente en el terreno, señaló igualmente ataques aéreos en esas provincias, donde está presente sobre todo el Frente al Nosra, rama siria de Al Qaida que lucha tanto contra el EI como contra el gobierno sirio.

El gobierno ruso dio parte previamente de un primer ataque, el jueves, en la provincia de Raqa (norte), feudo del Estado Islámico. En esos ataques murieron al menos 12 yihadistas, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Esta oenegé siria señaló además que EI anuló la oración del viernes por miedo a las bombas rusas.

Según una persona originaria de la ciudad de Raqa, Abu Mohamad, "los habitantes, aterrorizados, se estaban escondiendo en los sótanos o en sus casas. El EI ha cortado la electricidad por la noche, cuando los aviones rusos estaban sobrevolando la ciudad".

Los rusos desplegaron más de 50 aviones y helicópteros en Siria, cerca de la ciudad de Latakia (oeste). Sus ataques "se van a intensificar" y proseguirán "tres o cuatro meses" más, dijo el presidente de la comisión de Relaciones Exteriores de la cámara baja rusa, Alexei Pushkov.

Estados Unidos, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Catar, Arabia Saudita y Turquía endurecieron el viernes el tono respecto a la operación rusa en Siria, calificándola de "nueva escalada" que podría "atizar el extremismo" en ese país.

"Pedimos a Rusia que ponga fin inmediatamente a sus ataques contra la oposición y la población civil siria, y que concentre sus esfuerzos en el combate contra el Estado Islámico", escribieron los gobiernos de esos países en una declaración conjunta.

Estos países no quieren que el presidente Asad sea parte de la solución política negociada para poner fin al conflicto iniciado en 2011, cuando su régimen está acusado de un sinfín de atrocidades.

Moscú en cambio, al igual que Teherán, defiende que la solución a la guerra y la victoria contra EI pasan por una colaboración con el presidente Asad.

En ese sentido, Rusia distribuyó en el Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto de resolución, que contempla integrar al gobierno de Damasco en una coalición ampliada contra los yihadistas.

Francia, que al igual que Rusia es miembro permanente del Consejo de Seguridad, está tratando de "enmendar" ese texto.

Porque "no se puede respaldar jurídicamente una operación que, con la excusa de luchar contra el terrorismo, trate de salvar en realidad a la desesperada a un dictador desacreditado", según explicó al diario Le Monde el canciller francés Laurent Fabius.

Por su lado, el gobierno sirio dijo este viernes que está dispuesto a participar en las conversaciones preliminares propuestas por la ONU para preparar una conferencia de paz.

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