Salma Hayek adora su vida en Francia

  • La atractiva intérprete valora la tranquilidad de su vida familiar en París, la que considera una de las ciudades "más bonitas del mundo".

Aunque permanece vinculada a Hollywood por sus compromisos profesionales en la industria del celuloide, la actriz mexicana lleva años afincada en París desde que se casara con el magnate de la moda François Henri-Pinault, con quien disfruta de una apacible vida en la capital francesa junto a la pequeña Paloma Valentina. Lejos de extrañar sus años en la meca del cine, la intérprete insiste en que se encuentra en uno de los mejores momentos de su vida, a lo que contribuye el hecho de vivir en una ciudad "tan bonita" que le permite desarrollar su faceta más familiar."París es una de las ciudades más bonitas del mundo y, para mí, vivir aquí está siendo una experiencia maravillosa. Mudarme aquí fue algo novedoso y diferente al tipo de vida que llevaba en Hollywood", contó Salma a la revista People tras asistir a una jornada de desfiles en la Semana de la Alta Costura de París, que tiene lugar estos días. La artista ofreció además las claves que hacen de su estancia en la ciudad del amor algo tan placentero."En el fondo todo tiene que ver con la familia, adoro la vida aquí porque formar una familia es la mayor bendición que alguien puede tener. Me encanta relajarme en casa cocinando, además de ir yo misma al mercado y abrir mi mente a las diferentes opciones gastronómicas. Dejo que la comida me hable, empiezo a salivar y empiezo a pensar en cómo voy a combinar todos esos productos", expresó la extrovertida actriz.Más allá de haberle dado la oportunidad de consolidar su núcleo familiar y de constituir un entorno acogedor, la ciudad de París también ha ayudado a cultivar con intensidad la gran pasión que Salma siente por la moda. La azteca se ha convertido en los últimos años en una de las figuras omnipresentes en las exclusivas presentaciones de las casas de moda más prestigiosas del país galo, buena parte de las cuales son gestionadas por su marido. Henri-Pinault dirige un extenso conglomerado de firmas que incluye nombres como Balenciaga, Gucci o Yves Saint Laurent, marcas que ahora ocupan un lugar destacado en el armario de Salma. No obstante, la actriz siempre ha asegurado no haberse aprovechado en exceso de la afortunada posición de su esposo."No es cierto eso de que entro como una loca en las tiendas y acabo con todas las existencias. Podría hacerlo porque mi marido es muy bueno y está dispuesto a pagar por todo, pero yo no quiero convertirme en ese tipo de mujer", recalcó en una entrevista anterior.Aunque ambos conforman uno de los matrimonios más estables de la crónica social, la pareja se vio salpicada el año pasado por los efectos del fugaz romance que el empresario mantuvo con Linda Evangelista poco antes de conocer a Salma. El breve escarceo amoroso dio como resultado que ambos se convirtieran en padres del pequeño Augustus y, lejos de mantener la situación en segundo plano, la modelo se encargó de publicitar al máximo la demanda que interpuso contra él por la manutención del pequeño. El francés, tratando de evitar el escándalo mediático, acordó con la maniquí una elevada compensación para no llegar a los tribunales.

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