Salvar a gente en una catástrofe no es algo que se aprenda en los libros

Irene Jiménez

Villaviciosa de Odón (Madrid), 13 jun.- Los enfermeros de urgencias y emergencias tienen una de las labores más importantes en la asistencia de accidentes múltiples graves: asistir y clasificar a las víctimas según su gravedad y conseguir salvar el mayor número de vidas posible en situaciones de extrema delicadeza.

Para ello no solo es necesario contar con una excelente formación técnica sino también con una buena disposición psicológica para no perder la calma y mantener la cabeza fría, algo que no se enseña en los libros.

Hoy medio centenar de alumnos de enfermería de toda España se han enfrentado al examen que les acreditará como expertos en emergencias sanitarias, una prueba consistente en un accidente de tráfico múltiple en un circuito de motocross con decenas de víctimas.

Los aspirantes -que desconocían los detalles del ejercicio- han tenido que enfrentarse a explosiones y fuego real, personas atrapadas entre amasijos de hierros y heridos con politraumatismos, cortes, quemaduras, y hasta amputaciones, un simulacro lleno de realismo digno de un plató de cine.

La situación ha sido tan real que hasta una de las supuestas víctimas ha tenido que ser atendida de verdad tras sufrir un leve mareo debido al calor, un incidente sin trascendencia según ha expresado la organización, en el que han tenido que participar los enfermeros que se estaban examinando.

Una de las primeras labores que han tenido que realizar -y de las más traumáticas para los profesionales primerizos- ha sido el 'triaje', clasificar a los heridos por colores según su gravedad (verde, urgencia menor; amarillo, urgencia, y rojo, emergencia de atención inmediata).

Para Iris, una de las estudiantes de enfermería que se examinaba hoy, los primeros momentos han sido precisamente los más duros ya que, según ha explicado a Efe, "hay mucha gente y te agobias porque no quieres perder tiempo, ya que en segundos una persona se puede poner mucho peor".

"Al fin y al cabo lo de hoy era pintura, pero en una situación real no puedes dejar que nada te bloquee", ha añadido.

Rubén, uno de sus compañeros, coincide con ella y ha asegurado que se siente preparado para una situación real, aunque ha dicho que su formación nunca estará completa ya que la práctica se coge en el "día a día".

Con este examen los alumnos del título de Experto Universitario en Urgencias y Emergencias, que imparte la Escuela de Ciencias de la Salud de la Organización Colegial de Enfermería de España, estarán capacitados para trabajar en áreas de urgencia y emergencia, como Samur, Summa, servicios de urgencias hospitalarias y unidades de cuidados intensivos.

Según ha explicado a Efe uno de los instructores del curso, Juan Antonio González, el objetivo es poner a los futuros profesionales en una situación límite tanto a nivel físico como psicológico, y conseguir que actúen lo más rápido posible, ya que en situaciones de emergencia "un minuto puede significar la diferencia entre la vida o la muerte".

Y el resultado, según González, ha sido un todo un éxito, pues pese a que en algunos momentos la situación ha sido extrema los aspirantes "han puesto en práctica todos los conocimientos que han adquirido durante el último año" y han sabido resolverlo correctamente.

"Podemos estar orgullosos de tener una enfermería capacitada y preparada para intervenir en situaciones extremas de emergencia", ha añadido.

Miguel Ángel Muñoz, miembro de Protección Civil, ha sido uno de los colaboradores en el ejercicio. Él ya es un experto en estas situaciones. Sin embargo ha confesado que "nunca se está preparado" y por eso aconseja a los jóvenes aspirantes que no se confíen, ya que "siempre te puedes encontrar en una intervención que te deje en shock".