Sanidad paga 180.000 € a la familia de la joven que murió de sepsis por un error

Hospital clínico de Valladolid
Hospital clínico de Valladolid
EUROPA PRESS - Archivo

La familia de la joven vallisoletana que falleció de sepsis en marzo de 2015 recibirá una indemnización de 180.000 euros de la Sanidad de Castilla y León dado que la muerte de la joven se debió a una mala praxis del Hospital Clínico de Valladolid. Los facultativos no llegaron a pautar el tratamiento antibiótico que, desde el principio, requería la paciente C. C. C., casada y con dos hijos, lo que agravó el estado de la mujer. El caso, que ha llevado la Asociación del Defensor del Paciente, se ha cerrado ahora, más de cuatro años después, con la conclusión del procedimiento ante el acuerdo transaccional alcanzado por las partes.

La paciente ingresó el 13 de marzo del 2015 en este centro trasladada por el servicio de Emergencias, con fuertes dolores en la cadera izquierda, imposibilidad de caminar y fiebre de 39 grados durante tres días. De acuerdo a la información facilitada por el Defensor del Paciente, la ecografía que se le realizó y la analítica mostraron "signos y síntomas clínicos que hacían sospechar que la paciente sufría una sepsis", pese a lo cual "no se le pautó antibiótico", tampoco al día siguiente pese a que seguía el dolor intenso, y no se le "repitieron las pruebas analítica para vigilar su evolución".

La sepsis o septicemia se produce tras una respuesta fulminante del sistema inmunitario que ante una importante infección que consiste en que el mismo cuerpo libera sustancias químicas inmunitarias en la sangre para combatir la infección. El día 15 se agravó la situación de la paciente y pasaron tres horas, según las mismas fuentes, hasta que fue ingresada en la UCI, con "daños cerebrales gravísimos, presentando shock séptico y fallo multiorgánico".

La autopsia que se le realizó mostró que la sepsis había invadido todos los órganos y tejidos y que el "origen posible fue la infección articular": "Con el acuerdo alcanzado se reconoce que existió una mala praxis en la asistencia, por cuanto se debió instaurar tratamiento antibiótico desde el primer momento y no limitarse a aumentar la analgesia", ha sostenido la asociación.

A su juicio "existían indicios claros de sepsis y los criterios de normalidad establecen que se debe aplicar desde el primer momento tratamiento antibiótico para abordar la infección. Se dejó avanzar la infección sin poner ningún freno a la infección". Para el Defensor del Paciente "el fallecimiento pudo evitarse de haber actuado el servicio público sanitario correctamente".

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