Sanidad cerca la cosmética: pide a Europa limitar la venta de esmaltes permanentes

Esmalte de uñas
Esmalte de uñas
Pixabay

Las autoridades sanitarias españolas miran con preocupación a ciertas prácticas de la industria cosmética que, a menudo, no consideran las recomendaciones de los especialistas y generan alertas que llegan a diario a la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS). A través del departamento de cosmetovigilancia, la AEMPS, dependientre del Ministerio de Sanidad, ha solicitado a la Comisión Europea que estreche el cerco sobre la comercialización del esmalte de uñas permanente y que limite su venta a los profesionales del sector.

La AEMPS basa su advertencia en la composición de estos productos, tanto los pintauñas permanentes como los semipermanentes, ricos en  acrilatos. La Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) lleva tiempo advirtiendo de la relación entre estas sustancias y el incremento de notificaciones de dermatitis alérgicas por contacto asociada a ciertas prácticas estéticas. Entre ellas, se cuentan las manicuras de larga duración, las extensiones de uñas y la manicura postiza.

Desde la AEDV indican que la mayor amenaza radica en la percepción por parte de la mayoría de los consumidores de la inocuidad de los acrilatos, a pesar de que entre ellos pueden darse reacciones cruzadas que conllevan que, una reacción puntual del usuario a uno de ellos, puede vincularse a otros, afectando notablemente a la vida cotidiana del paciente, ya que "la exposición a acrilatos utilizados para otras finalidades podría derivar en dermatitis de contacto a pegamentos", explicaron desde la asociación tal y como recogió el diario 'TodoDermo'.

Al propio riesgo de los acrilatos, se suma la existencia de establecimientos dedicados al cuidado de las uñas, que no tienen licencia y que pueden emplear productos que no han estado sometidos a controles dermatológicos. El pasado noviembre, la Policía Municipal de Madrid informó de que una inspección en el Distrito de Puente Vallecas se había saldado con el cierre de un establecimiento sin licencia para almacenamiento, envasado y etiquetado de productos químicos destinados a uñas, en cuyas etiquetas se advertía de ser "cancerígenos" y "altamente explosivos".

Dado que no se trata de un caso aislado, la cartera de María Luisa Carcedo, a través de la AEMPS, ha lanzado un decálogo de buenas prácticas entorno a los productos sanitarios que incluye diez recomendaciones fundamentales que van desde las más básicas como prestar atención al etiquetado y seguir el modo de empleo de cada producto; hasta evitar compartir aquellos cosméticos que entren en contacto con fluidos orgánicos, tales como pintalabios o máscaras de pestañas. 

Cosmética decálogo

Además, la AEMPS hace especial hincapié en la importancia de no alterar ni la composición ni el envasado de los productos. El organismo cita una práctica habitual de las consumidoras que consiste en diluir el producto "con el fin de aumentar su volumen, mejorar su fluidez o rehidratarlos", una acción que puede implicar la contaminación microbiológica del cosmético, así como a su "eficacia, seguridad y estabilidad de la formulación", aseguran. Del mismo modo, la AEMPS desaconseja mezclar todos aquellos productos que no estén destinados a esta práctica por el fabricante: "La seguridad de la sustancia resultante no puede asegurarse, dado que sus ingredientes pueden reaccionar generando otros no identificados, y por un efecto sumatorio alcanzarse niveles no seguros de ingredientes comunes", aseveran.

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