Sarkozy quiere que los países, no Bruselas, marquen los objetivos comerciales

  • El presidente francés, Nicolas Sarkozy, quiere que los Estados de la UE sean los que marquen los objetivos comerciales, en particular la reciprocidad, aunque la Comisión Europea se siga encargando de las negociaciones comerciales en nombre de los 27.

París, 8 abr.- El presidente francés, Nicolas Sarkozy, quiere que los Estados de la UE sean los que marquen los objetivos comerciales, en particular la reciprocidad, aunque la Comisión Europea se siga encargando de las negociaciones comerciales en nombre de los 27.

Se trata de exigir que los socios comerciales de la Unión Europea abran sus mercados a las empresas europeas tanto como Europa lo ha hecho con los suyos, explicó Sarkozy en una entrevista publicada hoy por "Le Journal du Dimanche" con motivo de su campaña electoral.

"Para las negociaciones comerciales, es la Comisión la que negocia, pero son los jefes de Estado los que deben fijar los objetivos y exigir la reciprocidad", argumentó antes de recordar que en la UE las licitaciones públicas están abiertas desde 1994, mientras en Japón sólo lo está la del agua y en China ninguna.

Advirtió que o se consigue la reciprocidad o sólo se atribuirán los concursos públicos a las compañías que producen en Europa.

En la entrevista Sarkozy hizo otras propuestas sobre el Tratado de Schengen, el traslado de la obtención del carné de conducir a los liceos para los jóvenes, o en materia de inmigración.

El jefe del Estado francés reiteró su amenaza de suspender su participación en el tratado de Schengen sobre la libre circulación de personas en Europa si no se soluciona la situación de la frontera entre Turquía y Grecia, que a su juicio no está protegida, razón por la que se cree "con derecho para preguntar qué sanciones" deberían imponerse.

Indicó que, como Francia es el país que tiene "las prestaciones sociales más generosas", es el país europeo más afectado por la llegada de inmigrantes indocumentados al espacio Schengen.

Por otro lado, prometió que si sale reelegido en los comicios del próximo 6 de mayo facilitará la obtención del carné de conducir, indispensable para entrar en la vida activa, con la institución del examen del código de la circulación en los liceos.

"Las autoescuelas irán a todos los liceos a enseñar el código a los jóvenes y el examen se organizará en los centros" de forma que los estudiantes saldrán de la escuela con el título y sólo necesitarán las pruebas de conducción, que serán gratuitas para los que realicen el servicio cívico", anunció.

Lo justificó porque "el carné de conducir es indispensable para acceder a numerosos empleos" y con las reglas actuales, según las que hay que esperar cuatro meses para volver a presentarse cuando se suspende una vez sale muy caro y muchos jóvenes no lo pueden costear.

De ahí su "reforma ambiciosa" que introducirá en el programa escolar el código de la circulación, "de la misma manera que los niños aprenden a nadar en la escuela".

El candidato conservador recordó que en materia de inmigración quiere reducir a la mitad las entradas de extranjeros cada año porque tienen un coste muy elevado para la Seguridad Social, dada la "generosidad" de Francia en prestaciones sociales, y porque el país no puede integrarlos a todos.

Señaló que desde los años 60 Francia ha recibido "una inmigración continua, en particular subsahariana, con una cultura y hábitos totalmente diferentes" a los franceses, "unida a una inmigración venida del este (de Europa). "Eso -añadió- ha sumergido nuestro sistema de integración".

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